Otro acto de intolerancia quedó evidenciado esta semana en Colombia, cuando una mujer denunció, a través de sus redes sociales, que fue agredida por otra después de pedirle que dejara de fumar. El hecho ocurrió el pasado 17 de abril en una discoteca de la carrera 33 con calle 35 de Bucaramanga (Santander), donde labora la víctima identificada como Alexandra Benavides, de 22 años
“El día sábado 17 de abril, mientras estaba trabajando en el esquinazo (carrera 33 con calle 35) fui agredida por una mujer que inesperadamente, y con todas sus intenciones, me causo daños que no se irán en poco tiempo”, escribió Benavides en su cuenta de Instagram, donde subió una foto de cómo quedó después del ataque.
La joven detalló que su atacante estaba dentro de la discoteca compartiendo con un grupo en el que varias personas estaban fumando. En reiteradas ocasiones ella se les acercó para pedirles que apagaran sus cigarrillos, ya que estaba prohibido encenderlos dentro del local y a otros clientes les estaba empezando a incomodar.
El grupo hizo caso omiso a las solicitudes, por lo que otros trabajadores de la discoteca intervinieron en la situación y ahí empezó el altercado. Los problemáticos clientes discutieron de forma verbal hasta que recurrieron a la violencia física. Benavides cuenta que estaba de espalda y la mujer que la atacó aprovechó ese hecho para pegarle sin que ella pudiera defenderse.
“Pedí a los de seguridad que retiraran a ese grupo de personas, ya que en reiteradas ocasiones les pedí que dejaran de fumar dentro de la discoteca e hicieron caso omiso y fueron muy groseras. Al entrar en discusión con mis compañeros de trabajo, esta mujer de short negro salió en desquite y me agredió aprovechando que me encontraba de espalda hablando con un cliente. Al ver lo que me hizo se escapó.”
Así como lo relata Benavides, la atacante logró escaparse del local y hasta la fecha no se tiene información de ella, por lo que la joven ha pedido en redes sociales ayuda para encontrarla. “Es blanca, alta, pelinegra y tiene aproximadamente 27 años”, escribió Alexandra.
Hasta la fecha las autoridades no se han pronunciado acerca del hecho, sin embargo, la joven aseguró que tiene los videos de las cámaras de seguridad del lugar que prueban cómo se dio el ataque. Además, existen otras imágenes que ayudarían a identificar a la atacante.
Hay que recordar que a finales de enero de este año en las calles de Bucaramanga también se registró un acto de intolerancia en el que resultó perjudicada una joven. La víctima fue identificada como Diana Carreño, una mujer de 27 años, quien resultó gravemente herida tras ser agredida física y verbalmente por un hombre de 70 años. El agresor, según la denuncia, la golpeó con una botella de vidrio en el rostro tras molestarse por el reclamo que le hizo la mujer, que le exigió respeto luego de sentirse incómoda con las palabras y miradas morbosas que estaba recibiendo por parte de él.
“A uno de los señores, que se llama José Alejandro Delgado Ortiz, se le hizo fácil coger una botella de vidrio y estallármela en mi cara. Me estalló la botella en la cara a plena luz del día, delante de todas las personas que estaban en la tienda”, detalló la joven.
Lo más indignante es que, como contó la víctima en su perfil de Instagram, las personas que estaban en el lugar, en vez de ayudarla, la recriminaron por haber provocado al agresor. “Que cómo se nos había ocurrido reclamarle a un borracho que ‘solo’ nos estaba acosando, decían”, comentó Carreño.
Carreño además relató que, en medio de la confusión y las palabras de los vecinos, ella solo optó por limpiarse el rostro y tratar de parar el sangrado. Y como el hombre se quedó en lugar viendo cómo ella se desangraba, la Policía alcanzó a detenerlo, sin embargo, aunque se hizo la respectiva denuncia ante la Fiscalía, el agresor quedó en libertad.
“Resultó que el señor salió, solo estuvo detenido 36 horas, no se imputaron cargos y probablemente mi caso, como muchos otros, quedará solo en el recuerdo de las víctimas”, se puede leer en el mensaje de la joven.
A Diana debieron cogerle diez puntos y tiene un hematoma severo en la frente. “Tengo mi cara totalmente afectada, con una cicatriz imborrable, no solo en el rostro sino en el alma, la cicatriz del miedo, de la injusticia, de ser una víctima más de esta sociedad que permite y justifica tantas veces esta clase de actos”, aseguró Carreño.
En Twitter, el gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, y el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, rechazaron el hecho y confirmaron que se encargarán de que el caso no quede en la impunidad.
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