Denuncian a Ricardo Acevedo, padre de la actriz Carolina Acevedo, por golpear a vecina de su edificio en Chapinero

Andrea Vélez, residente del edificio El Gran Duque en Chapinero, denunció que el oficial (r) de la Policía Nacional y odontólogo la golpeó delante de un colega y de un guarda se seguridad del edificio mientras esperaba el ascensor para subir a su apartamento.

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Ricardo Acevedo Borrero. Foto (Captura
Ricardo Acevedo Borrero. Foto (Captura Noticias Caracol)

Este miércoles 21 de abril, Infobae Colombia conoció un nuevo caso de violencia contra la mujer del que fue víctima la diseñadora Andrea Vélez y en el que está implicado el oficial (r) de Policía y odontólogo Ricardo Acevedo Borrero, padre de la actriz Carolina Acevedo.

Andrea Vélez conversó con este medio y narró cómo Acevedo la golpeó cuando se encontraban en el interior del edificio El Gran Duque, en la localidad de Chapinero. Los hechos se registraron el pasado 14 de abril.

Ese miércoles, cuenta Vélez, salió del edificio para comprar algunos productos en un supermercado sobre la carrera séptima. En la recepción del inmueble se encontró con un odontólogo, Fabio Díaz, quien labora allí, y con el portero de turno, Nelson Rojas, a quienes les preguntó cómo regía ese día el toque de queda en Bogotá, dado que no tenía claridad.

Ante la falta de respuestas concretas, la joven salió y al regresar, encontró a los dos hombres en mención y a uno más: Ricardo Acevedo.

Vélez se dirigió al ascensor y mientras lo esperaba, Acevedo la llamó: “Oiga, venga, venga”. Ella avanzó unos pasos y el continuó: “Venga, acérquese más”, según su relato. Cuando estuvo cerca de él, de repente, el hombre comenzó a agredirla:

“Mi mente está empezando a bloquear ciertas cosas. No recuerdo si el tipo me haló, no recuerdo muy bien. Me empezó a invadir mucho mi espacio personal, sobre todo en épocas de pandemia, miró al celador y me dijo: acá me están mandando a decir que le tengo que dar en las tripas, empuñó su mano y me empezó a pegar en la barriga; con la otra mano, comencé a forcejear”.

“Usted a mí no me vuelve a tocar”, le gritó Andrea Vélez, desde el ascensor, a Ricardo Acevedo. “Eso es violencia”, le manifestó.

Cuando se sintió a salvo en su apartamento, en medio de la consternación tras la agresión, llamó a una amiga para contarle sucedido, quien le aconsejó llamar a la Línea Púrpura. Así lo hizo, allí le recomendaron interponer la denuncia ante la Fiscalía y llamar a la Policía.

También llamo a la administradora, Sandra Caro, de El Gran Duque. “Me dijo que Acevedo, unos cuatro años atrás, agredió a otra mujer, la encargada de la limpieza del edificio. Antes de eso me dijo: ‘No dejes que él hable con la Policía primero, él ya ha tenido problemas con vecinos, pero como fue policía intimida a los uniformados y se van’”, sostuvo Vélez.

Al bajar de su apartamento para esperar a la Policía, Vélez se topó de nuevo con Acevedo quien, según ella, tenía un abrigo grande, de invierno, si bien el día era soleado. También iba a bajar a la recepción. Cuando la vio, le dijo:

“Venga, perdóneme. Perdóneme y le doy un dulcecito”.

Cuando llegó la patrulla de la Policía, conforme con el relato de Vélez, Acevedo les dijo que se trataba de un chiste. “¿Un chiste pegarle a una mujer?”, ella le respondió. A los cuestionamientos de los uniformados de si sostenían alguna relación familiar o de amistad que justificara el supuesto chiste, la mujer les explicó que era su vecino, que a penas si lo había tratado.

Infobae Colombia intentó contactarse con Ricardo Acevedo, pero, como no estaba en casa cuando se hizo la llamada telefónica, su esposa, Claudia Pérez, dio su versión de los hechos:

“Fue una tontería, una chanza boba, él le pidió disculpas. Una agresión es cuando a uno le rompen la cabeza, pero él no la agredió, fue un saludo”.

Y agregó: “Él la saludó con los dedos y le hizo así en la panza. Había otro odontólogo. Es una señora que se está complicando por bobadas, yo tampoco comulgo con la grosería ni con el maltrato. Pero lo que el hizo fue una bobada, un saludo”.

<b>Por un lío entre vecinos, incluido Acevedo, el edificio había recibido 42 disparos</b>

El 16 de noviembre de 2005, el periódico El Tiempo publicó una nota que hoy deja en evidencia los antecedentes de problemáticas entre vecinos del mismo edificio, en las que está vinculado Acevedo.

Desde el 11 de septiembre de ese año, hasta el día de la publicación del medio en mención, El Gran Duque recibió 42 disparos (hechos por francotiradores), 14 de ellos en los vidrios del apartamento de Ricardo Acevedo, quien, en ese entonces, optó por brindar las ventanas con láminas.

Lo que establecieron las autoridades, de acuerdo con el relato de El Tiempo, es que los disparos fueron consecuencia de problemas de convivencia entre Acevedo (administrador durante ese año) y dos inquilinos del lugar.

“Los inquilinos acusan al administrador de agresiones verbales y de haberlos señalado, mediante carteles, como responsables de un daño en un ascensor que ellos aseguran no haber cometido; y Acevedo, de apagar colillas de cigarrillo en tapetes del edificio, entre otros comportamientos agresivos”, documentó el diario bogotano.

Andrea Vélez sostiene que algunos vecinos denunciaron que un año y medio atrás, Acevedo también agredió a una mujer (distinta a la empleada del servicio) y que incluso, alguna vez amenazó a los residentes con dispararles. De ahí el miedo que le tienen.

<b>Registros de las cámaras y denuncia ante la Fiscalía</b>

Luego de la agresión, Andrea Vélez interpuso un denuncio ante la Fiscalía y se asesoró con la Fundación Defensa de Inocentes, que hoy la representa judicialmente. Además, solicitó una orden al cuadrante de la Policía de la zona para que Ricardo Acevedo no se le acercara, pero uno de los uniformados le insinuó, en palabras de ella, “que si la habían golpeado es porque algo había hecho, porque se lo había buscado”.

Al solicitar los videos de seguridad del edificio para dar cuenta de la agresión, la Fundación Defensa de Inocentes afirmó que, “extrañamente, el 21 de abril le indicaron a nuestra representada que desde 2015 no existen grabaciones, por lo que iniciaremos las investigaciones pertinentes y denunciaremos cualquier tipo de manipulación que se pretenda efectuar respecto a este acto reprochable de violencia contra la mujer”.

Por si fuera poco, la administradora del edificio, Sandra Caro, le aseguró a Vélez que era ella quien tenía que cubrir los gastos que implicó buscar los videos de las cámaras de videovigilancia, pese a que no hay registros.

En cuanto al vigilante, Nelson Rojas, tres veces le han solicitado que dé testimonio de lo ocurrido, pero en todas, según Vélez, cambia la versión de los hechos, cuando no busca evadirla.

“Eso me hace sacar fuerza dentro de mí, una fuerza que no tenía. No tengo rabia, pero la agresión de Ricardo Acevedo me empoderó”, concluyó Andrea Vélez.

<b>Relaciones con el general (r) Leonardo Gallego, señalado por el caso de Jineth Bedoya</b>

Llama la atención de una hoja de vida de Ricardo Acevedo, compartida en la web por la Federación Odontológica Colombiana Seccional Bogotá que una de sus referencias personales sea el general (r) José Leonardo Gallego Castrillón, señalado autor intelectual del secuestro y violación de la periodista Jineth Bedoya el 5 de mayo del 2000, cuyo caso llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).

“Ese general es Leonardo Gallego, en el momento de mi secuestro él era coronel de la Policía y director de la Dijín. Muchos de los paramilitares, que dieron su versión, dijeron que Leonardo Gallego ordenó mi secuestro”, declaró Jineth Bedoya en entrevista con Blu Radio.

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