Las restricciones que la Alcaldía de Bogotá decretó para contener el tercer pico de la pandemia en la capital no cayeron para nada bien en diversos sectores: comerciantes, restauranteros y demás sectores comerciales emitieron su descontento. Sin embargo, otro gremio que quizá para muchos aún es desconocido es el del trabajo sexual: quienes lo ejercen también se oponen a las cuarentenas y toques de queda por pérdida en las ganancias.
De acuerdo con estadísticas de la Secretaría Distrital de la Mujer de Bogotá, en la ciudad existen 7.094 mujeres que realizan labores sexuales a cambio de dinero. En ese sentido, varias de ellas alegaron contra el Distrito que se vieron sumamente afectadas desde el 2020 cuando iniciaron las cuarentenas para detener el impacto de la pandemia.
Algunas de ellas hablaron con la emisora La FM y señalaron que, producto de la pandemia, sus deudas se han incrementado. Muchas de ellas le contaron a la frecuencia radial que se desempeñan como madres cabezas de familia y ante la disminución de clientes, se les ha dificultado sacar adelante a sus seres queridos.
“Gran parte de la población que realiza estas actividades, tal y como lo contempla la política pública distrital, empiezan siendo menores de edad, lo cual no corresponde a prostitución, como es conocida en su gran mayoría, sino a explotación sexual comercial de niños y niñas”, expresó la politóloga de la Universidad del Rosario, Jésica Rodríguez a La FM.
En otros apartes de la investigación que realizó el medio, se asegura que son más de 15.000 las personas que se ven afectadas por disminución de las ganancias de las trabajadoras sexuales.
Según la Secretaría de la Mujer, algunas de las más afectas son mujeres migrantes, discapacitadas, transgénero, lesbianas, ancianas, afrocolombianas, indígenas, víctimas del conflicto armado en actividades sexuales pagadas, entre otros. A todas ellas, el Distrito las ha acogido en Casa de Todas, una estrategia para apoyar a las afectadas en Bogotá.
Las medidas de bioseguridad contra el covid-19, sobre todo en espacios públicos, siguen siendo una de las principales preocupaciones de los gobiernos locales. Así lo demostró la alcaldesa Local (e) de Mártires, Tatiana Piñeros, que hace unas semanas tuvo que salir a las calles del barrio Santa Fe, en Bogotá, para reforzar el uso del tapabocas entre las trabajadoras sexuales del sector.
El hecho quedó registrado cuando el Noticiero CM& hacía un recorrido por el barrio, con el que demostraba que ni las trabajadoras de las casas de lenocinio, ni sus clientes, ni los hombres que se encargan de ofrecer los servicios por ellas, conocidos como los ‘sayayines’ estaban respetando las medidas de tapabocas, desinfección y distanciamiento social recomendadas por el Gobierno nacional.
De acuerdo con el informativo, también se evidenciaron casos de miembros de la policía metropolitana —encargada de regular las labores en la zona— que no estaban cumpliendo ninguna de las regulaciones mencionadas.
Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública, le dijo a CM& que es por esos motivos que es necesario que las autoridades estén pendientes de estas trabajadoras, mujeres de distintas edades y hasta transgénero, haciéndoles pruebas PCR constantemente, para aislarlas y prestarles la atención necesaria, de forma que se eviten los focos de contagio.
“Igualmente, comprometer a propietarios y administradores donde se ejerce la prostitución a dotar a todas las personas de elementos de protección y bioseguridad: kits con preservativos y tapabocas”, dijo Cruz.
Curiosamente, horas antes, a eso de las 10:30 de la mañana, la Alcaldía Local de Mártires desplegó un operativo de prevención liderado por la mandataria encargada, Tatiana Piñeros, quien se encargó personalmente de hablar con las mujeres sobre la importancia de usar el tapabocas en todo momento. “La alcaldesa conversa con las trabajadoras sexuales del lugar para reiterarles la necesidad de acatar las medidas de salud, no solo para evitar cierres estrictos sino también por su propio cuidado”, se lee en la cuenta de Twitter de la institución.
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