Una de las razones que habría conllevado al suicidio de Sergio Urrego, ahora símbolo de la lucha contra la discriminación de la comunidad LGBTIQ+ en Colombia, fue lo que sería la falsa denuncia por acoso sexual que instauraron en su contra los padres de Danilo Esteban Pinzón, que para entonces era su novio.
Pinzón aseguró que su relación con Urrego era consensuada y que sus padres fueron obligados a señalar a Urrego como una exigencia para que él se pudiera graduar de bachillerato en el plantel educativo Gimnasio Castillo Campestre.
La afirmación la realizó en una nueva audiencia del proceso judicial que se le lleva a la entonces rectora de esa institución, Amanda Azucena Castillo, por los delitos de falsa denuncia en contra de persona determinada y ocultamiento, y alteración o destrucción de elemento material probatorios.
“En grado 11 tuvimos un acercamiento y empezamos una relación sentimental consentida por ambos lados”, citaron de la declaración de Pinzón en la emisora RCN Radio.
En el informativo de televisión Citynoticias, del canal local de Bogotá City T.V., señalaron que la expareja de Urrego reiteró en esa audiencia que la relación que sostuvo con Urrego era conocida por la psicóloga de esa institución y por la rectora.
“Mis padres lo sabían y todo el mundo lo sabía. La psicorientadora y la directora Azucena Castillo sabían que era una relación totalmente consensuada, así que en ningún momento fue un secreto”, afirmó.
El joven, ahora con 23 años, indicó que hubo una persecución contra él y Urrego por su orientación sexual, luego de que se conociera una foto de ellos en la que se daban un beso, por lo que la rectora Castillo los amenazó con contarles a sus padres de su relación, además de tener que confesar que era gay a los 16 años, cuando no estaba preparado psicológicamente para ello.
“Me obligó Amanda Azucena Castillo a contarles a mis padres sobre mi orientación sexual sin mi consentimiento y mucho menos sin mi aprobación (…), es muy difícil ser homosexual en este país para que alguien lo obligue a uno a salir del closet de esa manera, pero, aun así, me vi en la obligación con escasos 16 años, de tener que hacerlo”, citaron del relató Pinzón en RCN.
Lo más grave, según esa declaración que reseñaron en la emisora, fue que la rectora obligó a sus padres a radicar derechos de petición, incluso en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), una comisaría de familia y tres entidades más, para denunciar falsamente a Urrego por acoso sexual.
En ese señalamiento, narró Pinzón en la audiencia, escribió de su puño y letra la palabra ‘presunto’ para disminuir esa acusación. Atestiguó que lo tuvo que hacer porque era una exigencia de la rectora para poderse graduar de bachillerato.
“Jamás les dije a mis padres que fui víctima de acoso sexual, por parte de Sergio Urrego o alguien más y jamás presenté alguna prueba sobre esos hechos. Las palabras de acoso sexual vinieron a entrar al panorama, tiempo después en un derecho de petición que fue entregado por la rectora a mis padres para que ellos, radicaran y poder continuar con mi proceso de escolarización”, sostuvo.
Los padres de Pinzón se opusieron inicialmente a esa exigencia de Castillo, reseñaron de ese testimonio en RCN Radio, ya que sabían que no existió acoso sexual por parte de Urrego, pero la exdirectora del plantel amenazó con que si ese documento no tenía los sellos de radicado de las instituciones indicadas su hijo no podría seguir estudiando y tampoco graduarse.
“Después de un proceso de discriminación que viví por parte de la rectora Amanda Azucena Castillo, tuve varios problemas para poder completar y terminar mis estudios de grado 11, en los que básicamente fui amenazado de no poder terminar en la institución sino cumplía con las demandas que la rectora les imponía a mis padres y a mí, para poder terminar el curso”, aseguró.
La próxima audiencia que se lleva por este proceso en contra de la rectora Castillo se realizará el próximo jueves 22 de abril a las 8:30 de la mañana.
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