Sin comida ni comodidades, pero con amor. Después de un segundo ciclo sin alimentos y minutos antes de un nuevo enfrentamiento entre equipos para lograr el triunfo de los privilegios, hubo tiempo para destapar esos amores que permanecen guardados y que, en la distancia, están puestos a prueba.
Es el caso de Meli, quien abrió su corazón y decidió revelar el gran amor que mantiene vivo cada día y el cual la espera cuando salga del Desafío ‘The Box’.
“Nos conocimos en septiembre de 2020. Los dos vivíamos en la misma unidad, pero cada uno con su pareja. Sin embargo, no nos conocíamos. Después de distanciarnos y terminar cada uno con su relación, vino el acercamiento entre los dos”, relató Meli.
De acuerdo con la competidora del equipo Omega, él viene de una relación larga y tormentosa y ella también. Precisamente, fue ese sinsabor que les dejó el amor, el cual los logró unir a los dos.
“Veníamos aburridos del amor y sin querer nada con nadie. Pero nos fuimos enredando hasta que ya nos hicimos novios. Tenemos unos planes super grandes, estamos muy bien”, expresó la desafiante.
Sin embargo, su participación en el Desafío ‘The Box’ no solo pone a prueba su condición y resistencia, sino también el gran amor, pues, según detalló, esta experiencia le servirá a su relación para entender si es lo suficientemente fuerte.
“Cuando me vine para el Desafío, él me dijo que por qué nos casáramos antes, pero yo le dije que no, que esperáramos a que volviera, porque para mí esa es una prueba muy importante en una relación. Cada uno se da cuenta si la relación está fuerte o no. Lo único que me queda en este momento es confiar en él, y que él confíe en mí”, indicó Meli.
Asimismo, reveló que ya tiene un hijo de siete años, a quien adora y extraña profundamente, razón por la que no tiene planes y no se pasa por su mente tener más familia, a pesar de que su pareja sí sueña con ser papá.
Otra que también abrió su corazón fue Madrid, quien en medio de un poco de nostalgia relató cómo se acabó su más reciente relación, la cual parece haberla dejado muy marcada.
“Yo soy una mujer soltera. Terminé una relación de tres años y medio. A él le gustaba mucho el alcohol y yo ya estaba involucrándome mucho en la fiesta. Entonces terminamos. Él, todo bien, todo perfecto, lástima ese detalle del licor. Para mí es una gran persona, pero vos a veces tenés que equilibrar si eres capaz de vivir con eso o si más bien te quedás solo”, contó la desafiante.
Luego de su charla técnica sobre el amor, Omega, Alpha y Beta se enfrentaron a un nuevo Desafío de sentencia y bienestar, para ganar la oportunidad de nadar en piscina, dormir en una cama y gozar de algunos servicios como la comida y el agua, que solo en los primeros dos lugares pueden tener.
Esta vez fue una prueba de agilidad y puntería. Cada uno de los jugadores debía pasar unos equilibrios para llegar a una piscina, donde debían atravesar un túnel y nadar hasta el final. Al salir del agua encontrarían otro equilibrio que los conduciría a una estructura que tiene amarrados unos aros. Cada jugador debía liberar un aro y lanzarlo desde el equilibrio para engancharlo en un garfio elevado. Al lograrlo, debían regresar al punto de inicio. El equipo ganador sería aquel que completara los relevos antes que sus contrincantes.
El triunfo, una vez más, fue para el equipo Alpha, el cual está a una competencia de llegar a la excelencia. Luego le siguió Omega, quienes pidieron como comodidad poder dormir en una cama. El tercer puesto fue para el equipo Beta, quien perdió los pocos lujos que tenía.
La sentenciada por el equipo Omega fue Meli.
SEGUIR LEYENDO