En diciembre de 2020 el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez anuncio la creación de la Superliga europea y aseguró que “Todo el mundo aboga por la reforma del panorama competitivo mundial. Hay saturación y los aficionados, que son los más importantes, sufren e incluso tienen problemas para identificar la competición que se está jugando. También hay consecuencias en los jugadores, en forma de lesiones. La reforma del fútbol no debe esperar y hay que afrontarla. Hay que cambiar. Los grandes clubs de Europa tienen millones de aficionados y no hay que darles la espalda”.
La aparición del proyecto de Superliga ha conmocionado el mundo del fútbol. Una de las grandes incógnitas de la que sería la nueva competición es el cómo, el cuándo y el dónde, pues muchos creen que será un liga excluyente.
Uno de los reproches lanzados por los opositores de la idea es que la Superliga se trataba de un torneo cerrado que puede llegar a afectar el interés en las ligas, pues ya no se pelearía por un cupo a torneos internacionales, tal y como se hace con la Champions League y la Europa League por lo que los equipos con menos presupuesto se verían afectados negativamente a nivel económico.
Ya que La primera diferencia con los torneos tradicionales es que la Superliga, según lo proyectado, será “gobernada” por la quincena de clubes fundadores.
Además, la disputa con la FIFA, la UEFA y las ligas locales, radica en los llamados “clasificados” y el beneficio del grupo de 15 que nunca perderá su cupo. Los fundadores tendrán la presencia asegurada de manera permanente y otros cinco clubes podrán acceder debido a sus méritos deportivos.
Ante esto El Chiringuito aseguro, que cuando existen transiciones siempre hay sectores que se resisten pero que esto es pensando en salvar el futbol.
“Siempre que hay un cambio, siempre hay gente que se opone, le pasó a Bernabéu y cambió la historia del fútbol. ¿Qué tiene de atractivo? Que juguemos entre los grandes, la competitividad, se generan más recursos. ¿Los ricos? Yo no soy dueño del Real Madrid, somos un club de fútbol y hacemos esto para salvar el fútbol”, anotó.
También agregó que “Cuando no tienes ingresos más que los de la televisión dices que la solución es hacer partidos con más atractivo que puedan ver los fans de todo el mundo con todos los grandes clubes y llegamos a la conclusión de que si en vez de hacer una Champions hacemos una Superliga seríamos capaces de paliar lo perdido”.
Tras sus palabras, que han sido criticadas en todo el mundo se han pronunciado no solo estrellas del fútbol, dirigentes deportivos y la Fifa, sino además colectividades políticas. Entre esas el Partido Comunes, que fue creado por los exfarc tras la firma del acuerdo en el 2016.
Los comunes como muchos otros seguidores no se quedaron callados y en redes sociales le contestaron al presidente del Real Madrid acusándolo de promover “el fin del fútbol popular” y que su idea nada tiene que ver con el deporte.
“Florentino Pérez promueve el fin del fútbol popular y también la desterritorialización de comunidades indígenas en Guatemala”, escribió el partido político.
Además, comentó que el modelo propuesto por Pérez, es una pirámide que no piensa en los pobres.
“Florentino Pérez dice que el fútbol es una pirámide en la que en la medida que a los equipos ricos les va bien, le tiran un poco de migajas a los pobres y así todos están contentos. Sin tapujos explicó lo que es una ‘superliga’ que no tiene nada que ver con el fútbol”, escribieron en sus redes sociales.
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