A principios de abril el gobernador de la Guajira, Nemesio Roys Garzón, le envió una carta a Fernando Ruiz, ministro de Salud en la que le solicitó que haya un Plan de Vacunación especial y diferencial para el departamento, ya que el 96,75 % de la población del departamento es menor de 70 años. Además, pidió que se les asignen vacunas de una sola dosis para facilitar la logística en esta zona del país.
Esta petición se argumenta bajo las cifras que demuestran que el departamento guajiro es uno de los que menos vacunas contra el COVID-19 ha recibido, las características del territorio no ayudan a la implementación del Plan de Vacunación y por la llegada del tercer pico que se se está viviendo en todas las regiones del país.
Este tercer pico tiene a esta región en un punto crítico, pues la ocupación de camas UCI está por encima del 95 %. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la situación hospitalaria es crítica sobre todo en el municipio de Uribia, en donde está el 41,7 % de la población wayuu de Colombia.
“Esto se debe a que en este tercer pico de la pandemia, en comparación con los dos anteriores, tenemos un incremento de contagios de una manera exponencial, lo cual está afectando a la población wayuu”, explicó Juan Camilo Sierra, subdirector científico del hospital de Nazareth en Uribia.
Desde el pasado 3 de abril, Garzón declaró la alerta roja hospitalaria. Por otro lado, en el departamento se mantienen las medidas de toque de queda y ley seca desde las 6:00 p.m. hasta las 5:00 a.m. del día siguiente, así como el cierre de las playas.
Hasta la fecha los municipios más afectados son Riohacha, Maicao, San Juan del Cesar, Fonseca, Barrancas y Uribia. Según el último reporte presentado por el Instituto Nacional de Salud, en La Guajira se han registrado 23.932 casos desde el inicio de la pandemia.
Según el censo realizado por el DANE en 2019, el 97,5 % de las comunidades wayuu habitan en La Guajira. Ahora, exactamente en los resguardos de Trupio Gacho y Nuevo Espinal se presentaron dos brotes de COVID-19 la semana pasada en las comunidades de Las Palmitas y Ballenas.
Frente a esto se llevó a cabo un aislamiento total lo cual logró parar su transmisión. Sobre el primer resguardo hay que tener en cuenta que se encuentra la comunidad más grande de indígenas wayuus en cuanto a territorio y población en este sector del departamento.
Por otro lado, hasta ayer, lunes 19 de abril, se habían contagiado 1.286 indígenas de esta etnia, según el Instituto Nacional de Salud. De acuerdo con información del periódico El Espectador, Jaider Duarte, vicecabildo del resguardo Trupio Gacho, comentó que:
“Fuimos estigmatizados por estos casos, incluso empezaron a regresar a la gente que va al corregimiento de Tapayán. La pregunta acá es cómo hacen las personas para buscar el pan de cada día, para sostener a sus hijos y no contagiarse. Esa es nuestra preocupación. Queremos contrarrestar este virus, pero solos no podemos. Necesitamos la ayuda de las diferentes autoridades para que nos colaboren. Le hemos pedido al Gobierno Nacional ayuda también con la vacunación de nuestros pueblos de una manera diferencial”.
En el municipio de Uribia hay nueve corregimientos que están pidiendo hace varios meses la ayuda de los diferentes gobiernos para poder superar el tercer pico de contagios que se encuentra atravesando el país. En todo el municipio solo hay dos hospitales, y ambos son de categoría 1.
El Espectador entrevistó a Ismenia Iguarán, consejera territorial del corregimiento de Puerto López, quien explicó que: “Somos los más afectados por una razón primordial y es que somos parte del corredor fronterizo. Creemos que lo que más ha disparado los contagios es la llegada de migrantes venezolanos”.
Ahora, sobre la vacunación el gobernador del departamento se pronunció sobre esta situación y dijo que; “Hemos pedido que la vacunación acá en La Guajira la podamos hacer por rangos de edad mucho más amplios o incluso que se nos quiten estas restricciones. Consideramos que esto es muy importante, porque somos un corredor fronterizo y sabemos que en Venezuela ya está la cepa brasileña”.
La petición que llevó a cabo Nemesio Roys al Ministerio de Salud se basó en los siguientes parámetros para atender la situación:
1. Vacunación en rangos de edades superiores a los ya establecidos para mayor cobertura y agilidad en la aplicación. Esto teniendo en cuenta que en el departamento, el 96,75% de sus habitantes son menores de 70 años. “Por esta razón, consideramos que el plan especial debe permitir la vacunación en ratos etarios más amplios, que nos permitan cubrir a la mayor parte de la población”, agrega la carta.
2. Vacunación concentrada y acelerada en zonas urbanas con vacunas de doble dosis para liberación de capacidad, mientras se inicia la fase en las zonas dispersas y población indígena, con vacuna de una sola dosis. El gobernador explica que La Guajira tiene un nivel de ruralidad del 50,5%, aunado a que dicha ruralidad se encuentra en zona dispersa, donde se encuentra la población indígena, que es cerca del 44,82% del total de sus habitantes. Para ella, señala, la vacunación solo podrá ser en una sola dosis.
3. Barridos geográficos en zonas dispersas y en municipios fronterizos o con alto impacto migratorio. En este sentido, el énfasis sería en los municipios de Maicao, Riohacha, Fonseca y San Juan, que albergan actualmente la mayor cantidad de población migrante.
“Estas son algunas consideraciones que debe contemplar el plan especial que le solicito, en conjunto con todas las demás que usted y su equipo de trabajo consideren pertinentes, y basado en la experiencia que el Ministerio tiene en la implementación de estos planes especiales en otros departamentos, como el del Amazonas. Aunque actualmente La Guajira está por encima del mínimo exigido por el Ministerio en términos de aplicación de vacunas, este nuevo plan permitiría aumentar considerablemente este nivel (68% de vacunación aplicada vs. entregada, a corte de ayer), llegando más rápidamente a la meta de obtener inmunidad de rebaño con una población vacunada del 70”, concluyó el gobernador de La Guajira en la carta presentada ante el ministerio de Salud.
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