Este 19 de abril, la Fiscalía acusó formalmente a Paul Stanley Naranjo Calvo y Julián Ortegón Mosquera por el feminicidio de Ana María Castro (21 años), luego de salir de un establecimiento nocturno en el norte de Bogotá, a quien, según el ente investigador, los hombres arrojaron desde un vehículo en la calle 80. Sucedió en 5 de marzo de 2020.
En la audiencia de acusación, el delegado de la Fiscalía expuso que, bajo juramento, dos exnovias de Paul Naranjo atestiguaron su personalidad agresiva. Además, el ente investigador recopiló un testimonio del vigilante de la residencia de Naranjo, que da cuenta de cómo él y Ortegón se refirieron a Ana María Castro; también al celular de la víctima, que presuntamente se quedó en el interior del vehículo y del que hasta hoy nada se sabe.
Entre los testimonios reveladores sobresale el de Daniel Alejandro Vega, un ciudadano que se movilizaba en el occidente de Bogotá, que aseguró observar cómo Ana María Castro fue arrojada desde el carro donde se movilizaban Paul Naranjo y Julián Ortegón.
De acuerdo con la Fiscalía, los 50 testigos y las 33 pruebas que presentará en el juicio se puede inferir “con probabilidad de verdad que (...) conociendo el notorio estado de alicoramiento en que se encontraba la victima Ana María Castro Romero y que este no le permitía reaccionar ante esta agresión”, Paul Naranjo y Julián Ortegón, la arrojaron del vehículo.
“Posterior a haberla privado de la libertad de locomoción por unos momentos, la lanzan o expulsan del vehículo camioneta Kia Sportage, color negro de placas FSP 598, cuando aún esta se encontraba en movimiento”, manifestó el delegado de la Fiscalía.
El fiscal además agregó: “Esta acción delictiva es realizada pese a que los imputados tenían la posibilidad de conocer el resultado y el daño que podían provocar con esta acción letal, a tal punto que la víctima cae al pavimento de la vía pública, ocasionándole graves lesiones que posteriormente le ocasionaron la muerte”.
Ante la jueza 28 de conocimiento de Bogotá el abogado John Cadena, quien encabeza la defensa de Naranjo y Ortegón, solicitó la nulidad de la imputación de cargos, alegando que el llamado a juicio no corresponde con la imputación de la Fiscalía; no obstante, la petición fue negada.
Cadena también cuestionó que la Fiscalía descartara a Alexander Forero, al parecer conductor de plataformas de transporte, como testigo, pues él fue quien llegó al lugar donde Castro estaba tendida. Forero incluso aseguró que habló con Mateo Reyes, otro de los vinculados en el caso.
Durante la audiencia, la justicia también reconoció a la madre y la hermana de la joven como víctimas del proceso, razón por la cual podrán estar presentes, actuar y hacer intervenciones en el juicio.
El reconocimiento de la jueza 42 de conocimiento de Bogotá a Nidia Margot Romero Bernal (mamá) y Aura Yuliana Rojas Romero (hermana) como víctimas en el proceso penal se dio ante la petición del abogado que las representa, y luego de que ninguna de las partes involucradas —Fiscalía, Procuraduría y defensa de los procesados— objetaran.
La decisión tomada por la jueza radica en la búsqueda de la no impunidad de la hermana y mamá de Castro y en sus lazos de sanguíneos con ella. “Están dados los presupuestos para que sean reconocidas como víctimas dentro de este proceso”, afirmó la jueza.
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