La Nunciatura Apostólica de Colombia recibió los elementos de bioseguridad y médicos que el Papa Francisco envió al país con el fin de contribuir a la atención de las poblaciones más vulnerables, durante la pandemia de Covid-19.
La donación se compone cuatro respiradores pulmonares completos de alta calidad, mascarillas N95, otro grupo doble de tapabocas especializados King Mask JR 7001, más 200 gafas protectoras para el personal médico que son usadas en la atención de los pacientes positivos de Covid-19.
El obispo Víctor Manuel Ochoa dijo a Noticias Caracol que son muchísimas las mascarillas recibidas desde El Vaticano. El representante católico colombiano indicó que la petición del sumo pontífice era que esos implementos llegaran a los lugares más pobres, razón por la que decidieron entregar el equipo al municipio de Quibdó, en el Chocó.
“Este material ha llegado a la Nunciatura Apostólica en Colombia, el Representante del Santo Padre S. E. Mons. Luis Mariano Montemayor, como Nuncio Apostólico ha hecho todo lo necesario para enviar estos dones a una zona con gran necesidad en Colombia, para la atención de personas necesitadas en el campo médico”, aseguró el Obispado Castrense de Colombia.
Con apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana, los elementos donados fueron entregados al obispo de Quibdó Juan Carlos Barreto Barreto y, según confirmaron, serán dispuestos para el hospital San Francisco de Asís y la Clínica Santiago que atienden en ese departamento.
“Con este gesto de caridad, el Santo Padre Francisco quiere acompañar y ayudar a las personas que se encuentran en dificultades médicas, ocasionadas por la pandemia. Se une este gesto a la continua solicitud del Papa Francisco por Colombia en muchos campos, expresando su solicitud por todas las Iglesias y se suma esta donación a la de otros respiradores que en varias ocasiones han sido entregados durante este tiempo a Colombia por el Papa”, agregó el Obispado Castrenese.
Como gesto de agradecimiento, las autoridades eclesiásticas convocaron a elevar oraciones en nombre del Papa Francisco.
Esta no ha sido la única donación del Sumo Pontífice al país. En medio de la pandemia, el Papa Francisco envió tres ventiladores y dos sistemas infusionales a jeringa en julio de 2020, los cuales fueron dispuestos en la Fundación Hospital San Carlos en Bogotá, para la atención de pacientes positivos de Covid-19.
En octubre del año pasado, el Vaticano también envió 3.330 paquetes alimenticios y 3.330 kits de higiene y protección, que incluyeron gel antibacterial y tapabocas. Esa donación se realizó a través de la Fundación Papal Populorum Progressio y estaba destinada para los migrantes caminantes venezolanos que se dirigen hacia Colombia u otros países desde la ciudad de Cúcuta, donde fueron entregados.
La costa pacífica colombiana ha estado en la mente del Papa Francisco, quien el pasado 29 de marzo envió una misiva a los obispos de Quibdó, Istmina, Tadó y Apartadó para solidarizarse con su labor de defensa de la población y elevar plegarias por las víctimas mortales de la violencia en esa zona del país.
“El testimonio y las enseñanzas del Santo Padre han sido fundamentales para el desarrollo de nuestra labor misionera en medio de estas comunidades que han sufrido tanto del abandono estatal como de diversos tipos de violencia”, fue la respuesta del obispo de Quibdó, Juan Carlos Barreto, a la carta del Sumo Pontífice.
Esa conversación surgió luego de una petición de los obispos en Chocó, quienes pidieron un cese al fuego para la conmemoración de la pasada Semana Santa, la cual fue conocida por el Papa Francisco y le generó rechazo las situaciones de violencia, hostigamientos y desplazamientos que vive la población del Pacífico.
“Esperamos que los actores armados y grupos delincuenciales acojan este llamado para que cesen los homicidios, los heridos, los desaparecidos, las extorsiones, los confinamientos, los desplazamientos, el reclutamiento de menores, las amenazas y la intranquilidad que afectan a las comunidades indígenas, afrodescendientes y mestizas”, decía la petición de los sacerdotes colombianos.