En las últimas horas se conoció la denuncia de una mujer que asegura que, una desconocida la drogó y posteriormente, le robó su cabello. La víctima caminaba por el centro de Cúcuta, capital de Norte de Santander, y se dirigía a entregar una hoja de vida, cuando una extraña se atravesó en su camino, no la tocó ni le habló, solo sacudió una hoja enfrente de ella y perdió el conocimiento.
Cuando la mujer despertó, no sabía dónde estaba ni qué había pasado, pero sí se percato que le habían cortado su larga cabellera. Afortunadamente, algunas personas la auxiliaron y pudo interponer la denuncia y contactar con sus familiares.
Después de este horrible episodio, los familiares de la mujer aseguran que presenta problemas psicológicos y que tiene mucho miedo de salir a la calle nuevamente. “Iba más o menos por el sector de La Alejandría, se le acerca una chica, ella recuerda que le mueve una hoja y no se acuerda de más. Cuando despierta, se encuentra desorientada. Afortunadamente, unas personas las auxiliaron y se pudo llevar a la casa”, le contó una familiar a Noticias Caracol.
Los exámenes toxicológicos demostraron que la víctima estuvo expuesta a una sustancia conocida como escopolamina, que al instante la hizo perder el conocimiento, permitiendo a la otra mujer y, suponen las autoridades, sus cómplices, trasladarla del lugar y robarle su cabello.
Alejandro Martínez, secretario de Seguridad Ciudadana de Cúcuta, señaló que, “la Sijín tiene el caso ya, de acuerdo a la denuncia que se ha presentado y también algunas quejas que en meses anteriores se han presentado en el sector. Por eso son las acciones que se han realizado por parte de la Policía Metropolitana”.
Según el medio regional La Tribuna, en Cúcuta es común escuchar a personas que compran y venden cabello, este es un negocio que se ha hecho común, especialmente, entre las migrantes venezolanas que llegan sin dinero a la capital del Norte de Santander. A una mujer le pueden estar ofreciendo entre 30 y 50 mil pesos colombianos por su cabello, dependiendo el largo y estado del mismo.
La fundación Estoy en la Frontera, citada por el medio regional, recogió testimonios de mujeres migrantes que han sido estafadas por vender su cabello. “Iba por el centro y me di cuenta que estaban ofreciendo comprar el cabello, ‘le compro el cabello’, me decían. Por necesidad, para comprarle cosas a mi hijo, entré a un sitio de esos y me dijeron que los que cortaban el cabello eran profesionales”, contó una de las mujeres.
“Tenía mi cabello más abajo de la cintura, cuando me di cuenta me estaban trasquilando, me dejaron unos cabellos largos con los que me tapo lo que me trasquilaron”, denunció la mujer.
CNN en Español cuestionó en 2019 al secretario de Gobierno de Villa del Rosario, Saúl Cristancho, sobre la legalidad de este fenómeno y él señaló que, ”usted puede vender el cabello, lo que quiera. La ilegalidad está en utilizar el espacio público, porque muy seguramente si usted llega a un salón de belleza o a un sitio que esté legalizado y es consciente de que quiere vender su cabello, eso ya es otra cosa. Es que aquí se trata de la invasión al espacio público”.
Sin embargo, sí reconoció que se estaba convirtiendo en un problema de salud pública, ya que lo realizaban en plena calle y sin protocolos de bioseguridad. “Se nos ha convertido en un problema de inseguridad, problema de salud pública”, señaló.
Por otro lado, ante el caso de la mujer a la que drogaron y le robaron su cabello, las autoridades de la capital de Norte de Santander invitaron a quienes tengan información sobre este ataque a ponerla en conocimiento para esclarecerlo y dar con el paradero de los responsables.
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