Corte Suprema ratifica condena a jueza que liberó a exdirectora del IDU

En 2014, la jurista Teresita Barrera dejó en libertad a Liliana Pardo, condenada por el ‘carrusel de la contratación’ y actual prófuga de la justicia.

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Tras cuatro días de juicio, la máxima corte del país rechazó por 9 votos a 1 el derecho de los brasileños al olvido al considerar que es incompatible con la Constitución y puede herir la libertad de expresión. EFE/YONHAP/Archivo
Tras cuatro días de juicio, la máxima corte del país rechazó por 9 votos a 1 el derecho de los brasileños al olvido al considerar que es incompatible con la Constitución y puede herir la libertad de expresión. EFE/YONHAP/Archivo

Después de tres años, la Corte Suprema de Justicia ratificó una condena contra la jueza Teresita Barrera, quien en 2014 dejó en libertad a la hoy prófuga de la justicia Liliana Pardo, exdirectora del IDU, exfuncionaria que había recibido una condena de 19 años por el ‘carrusel de la contratación’.

La juez Barrera fue condenada por el delito de fraude a resolución judicial, condena que se dejó en firme en las últimas horas por parte de la Corte. En 2015, el alto tribunal le ordenó a Barrera corregir su decisión y pronunciarse únicamente sobre un recurso contra la medida de aseguramiento contra Pardo Gaona, pero la togada se ratificó en su posición, señalando la “inexistencia de la imputación de cargos” contra la exfuncionaria del IDU.

Según la Corte la jueza había desacatado a la justicia al no resolver de fondo el recurso contra la medida de aseguramiento contra Liliana Pardo, sino que, al contrario, anuló la imputación de cargos, decretando la ilegalidad de captura y otorgándole la libertad. “No está en discusión que la doctora Teresita Barrera no atendió la decisión en los precisos términos indicados por la Corte (…) la doctora Barrera incumplió sistemáticamente la orden judicial”, señaló el tribunal.

Además, señalaron que Barrera “insistió en imponer su pensamiento sobre la orden judicial superior, sobre la base de que su lectura era más acabada y justiciera”, y reiteraron que “se rehusó a cumplir estrictamente lo que la Corte le ordenó: pronunciarse sobre la inferencia razonable y los fines y necesidad de la media de aseguramiento”.

Cabe resaltar que, después de la decisión de Barrera en 2014, de dejar en libertad a Liliana Pardo, la exfuncionaria del IDU se dio a la fuga y hoy tiene activa en su contra una circular roja de Interpol con la cual las autoridades la buscan en varios países, para que cumpla las dos condenas que existen en su contra por el ‘carrusel de la contratación’.

Siete años atrás se fugó después de que fuera dejada en libertad de la cárcel El Buen Pastor, a la que fue enviada en 2011, tras obtener su libertad condicional por vencimiento de términos. Lo que se presume es que salió del país en 2016.

Circular roja contra la exdirectora del IDU, Liliana Pardo Gaona.
Circular roja contra la exdirectora del IDU, Liliana Pardo Gaona.

El pasado 15 de febrero, Liliana Pardo Gaona, exdirectora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) de la capital, fue condenada a 10 años de prisión por el juzgado 38 penal de Bogotá, al ser vinculada en el denominado ‘Carrusel de la Contratación’ durante la administración de Samuel Moreno.

La exfuncionaria ya había sido condenada a 19 años y 9 meses de cárcel en 2018, por los delitos de peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos y celebración de contratos sin cumplimiento de requisitos legales. Liliana Pardo, que también está inhabilitada para ocupar cargos públicos durante una década, deberá pagar 109 salarios mínimos legales vigentes.

En ese entonces, en primera instancia, la justicia la condenó a 22 años, pero luego el Tribunal Superior de Bogotá le redujo la condena. Con las irregularidades en los contratos viales, en el marco de la fase III de TransMilenio, Pardo Gaona benefició a contratistas como los Nule, Julio Gómez y Emilio Tapia. El detrimento al patrimonio distrital, producto de la corrupción de la funcionaria, fue de $3.931 millones.

Lo que desde ese entonces explicaba el exsubdirector técnico del IDU, Inocencio Meléndez, era que Liliana Pardo revisaba los pliegos de las peticiones con el fin de acomodar los requisitos de los contratistas que licitaban. Es decir, los pliegos se estructuraban legalmente dentro del IDU; pero las irregularidades denunciadas aparecían en la parte administrativa de la entidad, en donde se simulaba el orden y legalidad de las licitaciones, según él.

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