Condenan a tres cabecillas de una banda que extorsionaba desde las cárceles

De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, esta red utilizaba la modalidad de ‘tío - tío’ para pedir dinero a sus víctimas.

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De acuerdo con la Fiscalía
De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, esta red utilizaba la modalidad de ‘tío - tío’ para pedir dinero a sus víctimas. Foto: Colprensa

Una importante condena contra tres integrantes de una red delincuencial dedicada a la extorsión desde las cárceles fue impuesta por un juez especializado de Cundinamarca, luego de la solicitud hecha por la Fiscalía General de la Nación tras demostrar diferentes hechos en los que bajo la modalidad de ‘tío - tío’ lograron recaudar dinero de manera ilegal.

La entidad reunió la mayor cantidad de elementos probatorios en contra de los procesados, un hombre y dos mujeres identificados como Edwin Julián Barrantes Navarrete, Jasbleidy Andrea Yasno Leiva y Lady Diana Camacho Barragán, deberán pagar 22, 17 y 19 años de prisión, respectivamente, tras ser imputados con los delitos de extorsión agravada y concierto para delinquir agravado.

De acuerdo con las autoridades, estas personas se encargaban de contactar vía telefónica a sus víctimas y fingían ser un sobrino o un familiar que tenía un problema con la justicia. Luego de esto, otra persona pasaba al teléfono y se hacía pasar por un policía quien aparentemente les quería ayudar, pero que a cambio necesitaba una cierta cantidad de dinero para sacarlos de supuesto problema.

Las víctimas, por temor a que sus familiares pudieran ser judicializados, accedían a las solicitudes y hacían trasferencias de dinero que oscilaban entre los $300.000 pesos y $1.000.000. Estas se enviaban por medio de casas de giros a cuentas de mujeres que reclamaban el dinero producto del ilícito.

Después de las investigaciones se logró determinar que los afectados llegaron a hacer depósitos de dinero desde Bogotá, Maní (Casanare) Cali (Valle del Cauca) y Duitama (Boyacá), entre otras ciudades, con destino a cuentas bancarias ubicadas en Cali, (Valle del Cauca) y Bogotá.

En el proceso uno de los argumentos esgrimidos por el fiscal de la Seccional Cundinamarca, a cargo de la investigación, indican que desde el 2014, el hoy condenado Barrantes Navarrete, realizaba las llamadas telefónicas desde el centro penitenciario La Esperanza del municipio de Guaduas (Cundinamarca) con fines extorsivos, mientras que, por su parte, las dos mujeres fueron las señaladas de recibir el dinero reclamado por intermediarios.

Del mismo modo, fueron documentados diferentes casos en los que se evidencia el proceder de los delincuentes, por ejemplo, un hecho ocurrido el 31 de enero de 2019 dejó al descubierto cuando una víctima residenciada en Bogotá recibió una llamada a su celular, de una persona que se hizo pasar por un sobrino.

Durante la conversación el individuo (sobrino) le indicó que lo habían sorprendido con un arma de fuego en la Autopista Norte de Bogotá y que lo iban a encarcelar, por lo que llamaba a su familiar para solicitarle un préstamo de $500.000 para evitar su judicialización.

Ante los cuestionamientos de la víctima, pasó al teléfono un supuesto teniente de la Policía y le indicó que el “muchacho se veía buena gente y que no lo querían perjudicar”, pero que debía consignar un dinero a nombre de una mujer quien posteriormente fue la que cobró el dinero.

Pero ahí no quedó la extorsión, pues minutos después volvieron a llamar porque otro supuesto teniente se había dado cuenta del pago y por ende a él también tocaba hacerle un giro por un valor similar.

Como este caso, la Seccional de Fiscalías de Cundinamarca documentó por lo menos 25 hechos similares, entre ellos: el 31 de octubre de 2014 por la suma de $1′100.000, el 18 de diciembre de 2014 por $615.000, el 21 de diciembre de 2014 por $800.000, el 4 de enero de 2015 por $800.000, el 10 de enero de 2015 por $1′025.000 y el del 15 de enero de 2015 por $800.000.

Lady Diana Camacho Barragán está privada de la libertad en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá por cuenta de otra sentencia.

Extorsiones en el último año

Según se informó hace un par de semanas, la Fiscalía General de la Nación abrió investigación por 1.254 casos de extorsión carcelaria en el último año. En las llamadas, que se realizan desde números desconocidos, hacen creer a las personas que algún familiar ha sido capturado y que, para su liberación, es necesario el desembolso de una suma de dinero. En otros casos, los delincuentes se hacen pasar por grupos al margen de la ley y los amenazan para que les consignen.

Pese a la reducción en las cifras de este tipo de delitos, según anunció el Ministerio de Defensa el año pasado, del total de las 4.861 denuncias por extorsión, la modalidad más frecuente durante la pandemia fue la llamada telefónica, con un 51%; a través de redes sociales, el 24%; personal, 22%, y panfleto, 3%.

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