En un trabajo conjunto de la fuerza pública colombiana, se logró la desarticulación y destrucción de un laboratorio de estupefacientes en el que se producía cocaína en la vereda Bocas de Guandipa, municipio de Mosquera, en el departamento de Nariño.
El laboratorio en mención tenía la capacidad de producir dos toneladas de esta droga mensualmente y obedecía a una de la disidencias de las FARC, que respondía al frente ‘Alfonso Cano’, en el departamento nariñense.
En dicho operativo, que se llevaba gestando desde hace 6 meses, participaron la Fiscalía General de la Nación, la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin), la Armada y la Policía Nacional. Además, hace parte del Plan Bicentenario Héroes de la Libertad que adelantan varios organismos de las fuerzas militares colombianas.
Tras la destrucción del laboratorio, de acuerdo con la fuerza pública, se incautaron 923 kilos de cocaína, 129 kilos de base de coca, un semisumergible, una lancha Go Fast con dos motores 200, e insumos para el procesamiento del alcaloide.
De acuerdo con la información que emitió la fuerza armada de Colombia, las tropas del Batallón Contra el Narcotráfico No.4 del Ejército Nacional, unidades del Batallón de Infantería de Marina No.40, e integrantes del Cuerpo Técnico de Investigación - CTI de la Fiscalía, llegaron al laboratorio en el que funcionaba la estructura criminal y decomisaron los cargamentos antes mencionados, entre los que, además, habían más de 4.700 kilogramos de insumos sólidos, 530 kilogramos de insumos líquidos, 1.080 galones de gasolina, un semisumergible con capacidad de dos toneladas de almacenamiento y otros insumos para la fabricación del estupefaciente.
“Con su desmantelamiento se estima una afectación en más de 31.000 millones de pesos a las finanzas del Grupo Armado Organizado residual, GAO-r, Bloque Alfonso Cano, dineros que engloban el costo del complejo ilegal y la comercialización del estupefaciente”, expresan las fuerzas militares en un comunicado.
Igualmente, aseguraron que el laboratorio y los insumos fueron destruidos en el lugar de los hechos, respetando estrictamente las normas de seguridad y conservando todas las medidas para la preservación del medio ambiente, bajo la supervisión del CTI de la Fiscalía.
Este es un duro golpe a las finanzas del narcotráfico de las disidencias de las FARC, quienes, según informaron los entes militares son responsables de ”homicidios, actos delictivos y enfrentamientos con otras estructuras dedicadas al narcotráfico”. Además, recordaron la misión que poseen en su lucha contra los carteles de droga en el país.
“La Fuerza de Tarea Conjunta de Consolidación y Estabilización Hércules una vez más demuestra el compromiso que tiene de velar por la seguridad y tranquilidad de los habitantes del Pacifico nariñense, trabajando de manera conjunta con las diferentes entidades, con el fin de debilitar a los Grupos Armados Organizados que delinquen al sur del país”, informaron.
Recordemos que en esa región colombiana hay una gran afluencia de estructuras criminales quienes se disputan el control territorial y el manejo de las drogas en dicho sector. Según las autoridades, predominan los grupos disidentes de ‘Alfonso Cano’ y ‘Franco Benavides’, quienes han ocasionando el desplazamiento de la población campesina y comunidades indígenas de sus territorios hasta las cabeceras municipales.
“El narcotráfico era el que les permitía tener control sobre la población, que encontraba allí una fuente de financiación. Las FARC eran el patrón bondadoso, y esa gratitud generaba una relación de confianza y sometimiento. Eso también se les está acabando”, asegura el general de División de la Guardia Nacional de Venezuela, Enrique Agustín Prieto Silva, sobre lo que ocurre en Colombia, y que a su vez explica muy bien lo que ocurre ahora en Apure, durante el conflicto de la Fuerza Armada contra las disidencias de las FARC-Gentil Duarte.
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