El Papa Francisco envió una carta al presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina Ortega, para manifestar su preocupación ante los hechos violentos en el país, así como su cercanía espiritual con las víctimas.
De acuerdo con Vatican News, la misiva se escribió en un momento en que el país atraviesa una “escalada de tensión entre diversos sectores del país en el contexto de la crisis social desatada por la pandemia”.
La carta fue escrita el pasado 29 de marzo y está firmada por Pietro Parolin, el cardenal Secretario de Estado y tiene como destinatario al arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal monseñor Urbina Ortega.
“Al recibir la triste noticia de los repetidos actos de violencia que sufren los habitantes de la región pacífico suroccidental de vuestro país y sabiendo del empeño de los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos en la búsqueda incesante por constituir lazos de paz en la entera región, el Santo padre reitera su firme reprobación a estos episodios de violencia y manifiesta su cercanía a las personas que están en medio de tanto sufrimiento”, dice el documento.
“Asimismo, Su Santidad Francisco eleva su oración al Señor y encomienda muy especialmente a su misericordia el eterno descanso de las víctimas, e invocando la maternal intercesión de la Santa Madre de Dios, les imparte de corazón la bendición apostólica”, finaliza el mensaje del Sumo Pontífice a Colombia.
El Papa Francisco ha insistido en la superación de las guerras y la atención a los más vulnerables, como los inmigrantes que dejan los conflictos que aún vive el mundo en diversos países.
El pasado 4 de abril, el sumo pontífice durante la bendición Urbi et Orbi al mundo, del día de resurrección de la Semana Santa, hizo un llamado a acallar las armas y oró por los inmigrantes de la violencia en el mundo.
“Que la luz del Señor resucitado sea fuente de renacimiento para los emigrantes que huyen de la guerra y la miseria. En sus rostros reconocemos el rostro desfigurado y sufriente del Señor que camina hacia el Calvario. Que no les falten signos concretos de solidaridad y fraternidad humana, garantía de la victoria de la vida sobre la muerte que celebramos en este día” afirmó el Papa.
El Obispo de Roma se refirió a los conflictos que viven países como Iraq, Siria, Yemen y África y convocó a todos los involucrados del mundo para cesar el sufrimiento y permitir que “los pueblos devastados por la guerra vivan en paz”.
“Todavía hay demasiadas guerras, demasiada violencia en el mundo”, dijo el Papa Francisco el domingo de resurrección y pidió al Señor que “inspire a los líderes de todo el mundo para que se frene la carrera armamentista”.
Ese día, en que también se celebra el Día Mundial contra las minas antipersona, el Papa calificó como “artefactos arteros y horribles que matan o mutilan a muchos inocentes cada año (…) ¡Cuánto mejor sería un mundo sin esos instrumentos de muerte!”
El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Comisión Vaticana Covid-19 celebró durante la última semana de marzo un seminario web llamado “Desarme integral en tiempos de pandemia”.
Durante ese evento, el Cardenal Parolin aseguró que “La fuerza del derecho” no puede ser sustituida por el “derecho de la fuerza”, porque la amenaza de destrucción mutua o de aniquilación total, serían “planteamientos miopes de los problemas de seguridad nacional e internacional”.
El secretario de Estado de El Vaticano, hizo un llamado a ilegalizar las armas de destrucción masiva, de erradicar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras, de prohibir los artefactos que tienen graves repercusiones humanitarias.
El Cardenal pidió incrementar los esfuerzos para la educación de la paz y el cuidado, pues para él la pandemia de Covid-19 mostró “lo peligroso que es el camino que lleva al egoísmo nacional o individual” y es una oportunidad “para reforzar nuestro enfoque de la seguridad integral”.