Este 11 de marzo, la Unidad Investigativa de El Tiempo reveló cómo funcionan las cocinas ocultas en Bogotá. Sitios instalados exclusivamente para preparar platos que fueron solicitados a través de las aplicaciones de domicilios.
De acuerdo con la investigación, estas cocinas hacen presencia, en su mayoría, en barrios residenciales de la capital colombiana y han traído problemas de salubridad como ratones, malos olores y exceso de ruido.
El diario asegura que estas ‘cocinas ocultas’ son usadas por empresas reconocidas y cadenas de restaurantes para acelerar el servicio y poder llegar a varios sitios de Bogotá, muchas no cumplen con los requisitos mínimos de funcionamiento.
Sostiene, además que, a pesar de las denuncias de políticos y residentes de las zonas afectadas, las cocinas siguen creciendo sin un control estricto de las autoridades competentes.
diario José Francisco Tenjo, edil de la localidad de Usaquén, quien habló con El Tiempo dijo sobre las ‘cocinas ocultas’ que “no hay ninguna garantía de que se manejan los protocolos sanitarios, de bioseguridad y de manipulación de alimentos. Vecinos han denunciado varias de esas cocinas ante la JAL, pero tienen miedo de recibir retaliaciones de los dueños”.
La pandemia hizo que los domicilios se volvieran fundamentales, por lo que las aplicaciones que prestaban estos servicios tuvieron un boom. Sobre las ‘cocinas ocultas’, Ifood y Rappi, las más importantes de estas Apps, respondieron los cuestionamientos del diario capitalino.
Gustavo Díaz, gerente de Relaciones Públicas de Ifood negó que su empresa tenga algún nexo con estos locales.
El hecho de que aparezca el logo en la casa no significa que sea nuestro. (…) En Ifood no tenemos contratos con ‘cocinas ocultas’ directamente sino con restaurantes o marcas. Nosotros actuamos como intermediarios entre restaurantes, algunos de los cuales usan ‘cocinas ocultas’, y los clientes. Pero siempre pedimos que los restaurantes estén legalmente constituidos y exigimos que todos los papeles estén en regla.
En Rappi respondieron que en Colombia hay 150 ‘cocinas ocultas’, y sostuvo que “estos locales están ubicados en sitios donde el arriendo tiene costos más cómodos y al no tener atención al público no necesitan personal diferente al de la cocina, además de no ser necesaria la adecuación del lugar para atención al público”.
Finalizó diciendo que todos los restaurantes que aparecen dentro de la aplicación están legalmente constituidos y tienen como deber cumplir con las reglamentaciones necesarias para funcionar, como salubridad, seguridad, prestaciones para los trabajadores y pagar impuestos.
Por su parte, la Secretaría Distrital de Salud dijo que “los establecimientos denominados ‘cocinas ocultas’ son inspeccionados, vigilados y controlados como sitios de preparación y expendio de alimentos. Y como tal deben cumplir los requisitos establecidos en la normatividad sanitaria, Ley 09 de 1979, Resolución 2674 de 2013 y demás reglamentación que se dicte sobre la materia enmarcadas en el cumplimiento de las buenas prácticas de manufactura (BPM)”.
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