Con una fortuna de 5.200 millones de dólares, David Vélez, un colombiano nacido en Medellín, de tan solo 39 años de edad, dueño del banco virtual Nubank, se posicionó recientemente como uno de las 600 personas más ricas del mundo, de acuerdo con el tradicional listado de la revista Forbes. El nuevo multimillonario entra a ese ranking en el puesto 539 como un empresario hecho así mismo, pues su fortuna la levantó con sus propias manos: su primera inversión, la compra de una vaca.
“¿Ser multimillonario? Esto me tiene sin cuidado. Recibo mi energía y mi motivación de ver que estamos construyendo algo que soluciona un problema, la vida de las personas, que está haciendo un impacto en la sociedad”, expresó Vélez en diálogo con la revista Forbes.
Nubank, la empresa cuyo patrimonio catapultó a Vélez a ser uno de los hombres más ricos del mundo es un banco digital, es decir, no cuenta con sucursales físicas, y se ha convertido en una de las organizaciones más innovadoras de América Latina pues ofrece a sus usuarios una tarjeta de crédito que se maneja 100% a través de una aplicación móvil, además de brindar otros productos sin cuota de manejo o comisiones.
Esa propuesta, de acuerdo con lo dialogado por el empresario paisa al mismo medio, nacida en 2013 en una casa de dos pisos en Sao Pablo, Brasil, lo convirtió en el segundo multimillonario del país -y el más joven-, detrás de Luis Carlos Sarmiento Angulo, cuyo patrimonio asciende a los 11.000 millones de dólares.
Pero lo que pocos conocen es que su espíritu emprendedor y su visión innovadora lo llevaba en la sangre, incluso antes de nacer. Según contó Vélez a Forbes, su familia siempre ha sido emprendedora, y de hecho, recordó que su primer acercamiento a una compañía lo tuvo siendo todavía un niño, cuando trabajó en la fábrica de ropa de su padre, donde él se encargaba de hacerle control de calidad a todos los botones, separando así los que estaban imperfectos de los buenos.
Sin embargo, sus ganas de emprender no se quedaron ahí, pues el antioqueño añadió que con tan solo 12 años de edad, y con todo el dinero que reunió trabajando durante las vacaciones y el que ahorró durante sus cumpleaños, hizo su primera inversión: compró una vaca. “Siempre escuché que la forma de tener control de mi propio destino es emprender”, expresó Vélez.
Desde entonces, sus logros personales no se detuvieron, gracias a sus ahorros y a su espíritu emprendedor, David Vélez, pudo financiar una parte de sus estudios en la Universidad de Stanford, en la que cursó administración e ingeniería, y según detalló a Forbes a donde luego volvería para hacer un MBA. Tiempo después, sin saberlo, fundaría una de las empresas de tecnología financiera que mejor acogida han tenido en el mercado, y que lo llevarían a ser el hombre en el pues 539 de los más ricos del mundo.
Al día de hoy, Nubank, que fue cofundada por Vélez junto a la brasilera Cristina Junqueira y el estadounidense Edward Wible, ya tiene más de 34 millones de usuarios en países como Brasil y México. A Colombia, la compañía llegó a finales del 2020, en donde empieza a dar sus primeros grandes pasos.
Según expresó el paisa a distintos medios, la popularidad de Nubank ha sido gracias al compromiso de la misma por “mostrarle al consumidor que somos diferentes”, pues asegura que las demás entidades bancarias, de acuerdo con lo denunciado por varios de sus usuarios solo buscan agredir a quienes adquieren sus servicios.
“La mitad de los brasileños tienen menos de 30 años, son 100 millones de personas que usan Netflix, Amazon, Uber... Su experiencia bancaria no era tan buena, así que para el 80 por ciento de nuestros clientes iniciales era su primera tarjeta de crédito. Pero el voz a voz ha ido rodando a toda la familia, y el abuelo, la mamá y el papá quieren tener Nubank”, señaló Vélez en entrevista con la revista dinero.
A la fecha, Nubank, la empresa privada cofundada por David Vélez, ya esta valorada en más de 25.000 millones de dólares, e incluso ha sido calificada como el neobanco más grande del mundo, la compañía más innovadora de América Latina, según Fast Company, y como el mejor banco brasileño al brindarles confianza y una buena asesoría a sus usuarios, de acuerdo con la revista Forbes.
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