Este viernes 9 de abril, se reanudó la audiencia de preclusión del caso contra Álvaro Uribe Vélez por fraude procesal y compra de testigos, que solicitó el fiscal Gabriel Jaimes, quien recibió el expediente una vez salió de la Corte Suprema de Justicia. En esta diligencia Deyanira Gómez, expareja sentimental del conocido testigo estrella Juan Guillermo Monsalve, y el periodista Gonzalo Guillén solicitaron, el pasado 6 de abril, ser aceptadas en calidad de víctimas dentro del proceso que se adelanta contra el expresidente.
En primer lugar, la juez 28 de Conocimiento de Bogotá, Carmen Helena Ortiz Rassa, ratificó que las pruebas recopiladas por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia son válidas. De ese modo, la funcionaria afirmó que la investigación bajo la responsabilidad de la Fiscalía podía recoger más pruebas.
“Lo actuado a la luz de la Ley 600 de 2000 conserva plena validez, a excepción de la medida de aseguramiento puesta al imputado”, indicó la juez.
Sobre el reconocimiento, la primera en presentar la solicitud fue Gómez a través del penalista Miguel Ángel del Río, quien argumentó que esta mujer, que aparece desde la Corte en calidad de testigo, habría sufrido directamente los efectos de hacer parte del proceso ya que fue despedida, tuvo que exiliarse, ha sido difamada y que ocuparon sus bienes.
Frente a esto, en consideración a la evidencia presentada, la jueza declaró como víctima provisional dentro del proceso a Deyanira Gómez Sarmiento. En caso de que Uribe tenga una audiencia de acusación en su compra, se le reconocerá de carácter definitivo.
“Si bien es cierto que Deyanira fue testigo en la Corte Suprema de Justicia, no es por tal calidad que se accede a su reconocimiento como víctima, sino por el nexo causal que se acreditó entre los hechos investigados y los daños que sufrió”, indicó la juez.
Jaime Granados, uno de los defensores de Uribe, argumentó que Gómez no es una víctima directa del caso que se adelanta contra el expresidente. Incluso, el abogado afirmó que la juez se extralimitó al usar elementos de la situación jurídica de Uribe para reconocer a Deyanira como víctima.
Por otro lado, la defensa del periodista Gonzalo Guillén pidió un resarcimiento moral “frente al prestigio, honor, honra y buen nombre” por haber sido presuntamente vulnerado por uno de los apoderados de Uribe, Jaime Lombana, al ser llamado “sicario digital” y “bandido”.
De acuerdo con la juez, esto no tiene relación directa con el proceso e, incluso, Guillén ya interpuso una denuncia por calumnia. Por esto, Ortiz no le concedió la calidad de víctima. La defensa del periodista apelará ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá.
Los argumentos de la defensa Deyanira Gómez
El abogado Del Río, expuso en la audiencia que la ley prevé que una persona debe ser aceptada como víctima cuando un proceso le ha causado un perjuicio. ”Demostraré en la audiencia que la señora Deyanira tuvo que salir exiliada con sus hijos después de haber recibido amenazas y de que fuera despedida de su lugar de trabajo. El caso le generó su despido y hostigamientos a tal nivel que Acnur y Human Rights Watch ayudaron a tramitar su salida del país”, explicó el penalista.
Por su parte, este fin de semana en una columna del periodista Daniel Coronell, se conoció una conversación que se llevó a cabo el 8 de abril de 2018, en la que Diego Cadena le sugiere a Uribe que por culpa de la exesposa de Monsalve, el exparamilitar no declaró a favor del expresidente y que por ella tampoco piensa retractarse. El exsenador del partido Centro Democrático ha tildado a Deyanira Gómez como instrumento de las Farc.
“Tres días después, aparece la última conversación y pregunta que dónde trabajaría la señora... a la señora le llega una carta, a Deyanira Gómez, por parte de su empresa Coomeva que advierte lo siguiente: Me permito informar que la empresa ha decidido dar por terminado su contrato de trabajo a partir del 2 de mayo de 2018 de manera unilateral sin justa causa”, expuso el abogado relacionando el despido con la conversación que sostuvo Cadena con Uribe.
Sin embargo, hay un comunicado de prensa fechado del 14 de julio de 2018, en el que Coomeva Medicina Prepagada informó las causas por la cual le terminó el contrato a la expareja de Monsalve.
“La decisión de finalizar la relación laboral con la doctora Gómez Sarmiento se tomó teniendo en cuenta aspectos de relacionamiento que no aportaban a un mejor ambiente laboral con sus compañeros y a su vez, índices de desempeño poco sobresalientes que llevaron a la finalización del contrato de manera unilateral, por parte de Coomeva Medicina Prepagada Regional Bogotá”, señaló la misiva.
De igual forma recalcan que, “la desvinculación se produjo luego de varias conversaciones en las cuales se le informó a nuestra ex colaboradora del objeto de la revisión y las conclusiones a las que se llegó, recibiendo retroalimentación comprensiva de los hechos y agradecimiento mutuo por el tiempo y la experiencia compartida”.
Entre los argumentos para pedir la acreditación de víctima de su cliente, el abogado Miguel Ángel del Río, también leyó un documento firmado por el director de la ONG, Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, en el que advierte, un “grado de preocupación” por la seguridad de la señora Deyanira Gómez y su núcleo familiar. “Por las amenazas recibidas debido a su rol como testigo en investigaciones que involucran al expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez. También tenemos conocimiento de la importante información que ha aportado al proceso y lo que redunda en un grave riesgo para su integridad personal”, dijo el abogado.
Guillén buscaba ser víctima por “afectaciones morales”
Por su parte, el abogado Roberto Rodríguez, quien se presentó como apoderado del periodista Gonzalo Guillén, expuso los argumentos de por qué considera que puede constituirse como víctima en este proceso.
“Gonzalo Guillén es uno de los periodistas más reconocidos a nivel colombiano y latinoamericano, ha sido corresponsal de periódicos importantes en los Estados Unidos, en Perú, y es una persona del todo honesta, en el sentido de que nunca ha sido sancionado ni penalmente, ni disciplinariamente, ni por el gremio de periodistas y eso se vio mancillado por actividades del ahora imputado el expresidente y exsenador Álvaro Uribe, y de su abogado el doctor (Jaime) Lombana”, señaló el abogado.
Rodríguez expuso que, en el auto de la Corte Suprema se menciona a Guillén en 54 oportunidades y fue más allá indicando que el expresidente Uribe dio la orden al abogado Jaime Lombana para coordinar, con el abogado Cadena, declaraciones que afectaron la imagen del periodista.
Se lo dije al magistrado en toda la diligencia: una relación siniestra del periodismo colombiano. Con este particular quiero señalar lo siguiente, no es cierto que Gonzalo Guillén trabaje para el señor Carlos Matos y menos que sea un bandido como fue calificado en esa grabación, más cuando no ha tenido y no tiene investigaciones, como el señor Álvaro Uribe Vélez.
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