Ante la congestión por la alta ocupación de camas UCI en el departamento del Atlántico, las autoridades de salud de Barranquilla acudieron a una solución ingeniosa para la crisis del tercer pico pandémico: habilitar hoteles para recibir pacientes no covid que necesitan atención del servicio médico.
La cifra de camas estimadas, de acuerdo con el secretario de salud, Humberto Mendoza, alcanzaría las 250, cantidad suficiente para descongestionar tanto la red hospitalaria departamental como las clínicas de la ciudad de Barranquilla.
Mendoza justificó las medidas ante el colapso surgido en las áreas de urgencia y hospitalización por el tercer pico de la pandemia. En declaraciones para la emisora Blu Radio, señaló que:
Los hoteles son una ampliación de esa oferta para pacientes, ya sean para COVID u otras patologías. Eso libera camas, las EPS van a hacer uso de ello, en la medida que se vaya necesitando.
La logística se encuentra a cargo de las cuatro EPS de la ciudad de Barranquilla cuya labor se extendió a la reapertura de pisos en clínicas de Barranquilla, inutilizados durante meses, que podrían aportar 150 camas más para las próximas semanas. Todos destinados a la denominadas atención menor, o no prioritaria, otra de las realidades ocultas de la pandemia.
El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, respaldó la medida. El mandatario estableció que el centro de exposiciones ‘Puerta de oro’ puede sumar en la estrategia de la secretaría de salud departamental, así como no descarta aportar otros inmuebles como apoyo a esta medida.
El panorama de camas UCI en Barranquilla es el siguiente: por cada 10 mil habitantes hay una disponibilidad de 6,3, lo que representa un total de 813 para la ciudad.
Esta cifra otorga el primer lugar a Barranquilla, seguida por Bogotá y Medellín.
Según la secretaría de salud de la ciudad, Barranquilla ha realizado un “esfuerzo ingente” por aumentar su capacidad de camas UCI en el año de pandemia en Colombia.
Humberto Mendoza explicó el crecimiento de estas unidades: “para marzo de 2020 se contaban con 411 unidades de cuidados intensivos (UCI), las cuales fueron ampliando durante el desarrollo de la pandemia. Para el primer pico, la ciudad contaba con 728 camas; para el mes de diciembre se alcanzaron 711. Después, en febrero llegamos a 718, para marzo 749 y en abril contamos con 813″.
Sin embargo, tanto Mendoza como Pumarejo consideran que la ampliación de camas UCI es una buena medida, pero no es suficiente para contener los contagios, por lo que insistieron en mantener el ritmo de las jornadas de vacunación contra covid-19, fortalecer las medidas de autocuidado y respetar las medidas de restricción coordinadas con el Gobierno.
“El mejor mensaje es quedarse en casa en estos días y evitar reuniones. Esas tasas de contagio ya se ven en los usos hospitalarios, que oscilan entre el 86% y 89% con una rotación que muestra los usos de la hospitalización y la unidad de cuidados intensivos”, dijo Mendoza en declaraciones recogidas por el diario barranquillero El Heraldo.
Otra de las razones de la implementación de la medida está basada en la positividad en las pruebas, dado que alcanzó un 31% durante la segunda semana de abril.