Este miércoles 7 de abril, en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes se aprobó en primer debate el proyecto de ley que busca reducir el receso legislativo del segundo periodo que comprende del 16 de marzo al 20 de junio, pasando esa primera fecha para el 16 de enero, es decir que los congresistas empiecen a legislar desde ese día.
Esta iniciativa modificaría el artículo 138 que reglamenta al Congreso para tener dos sesiones ordinarias por año, que constituirán una sola legislatura, fijando el primer período de sesiones para el 20 de julio al 16 de diciembre, y el segundo del 16 de marzo al 20 de junio. Dejando así cerca de tres meses sin legislar, pero eso sí recibiendo cada mensualidad que supera los 30 millones de pesos.
“Tenemos que eliminar este privilegio que usan muchos para hacer campaña con sueldo, cuando deberíamos estar tramitando proyectos de ley que por falta de tiempo se hunden o se aprueban a pupitrazo. #MenosDescansoMásTrabajo”, expuso el representante del Centro Democrático Gabriel Santos, autor del proyecto de ley.
Si bien en esta primera discusión el proyecto pasó, sufrió una modificación importante: pasó del 16 de enero al 16 de febrero.
“Después de un muy buen debate, fue aprobado el informe de ponencia en Comisión Primera para reducir receso legislativo. Sin embargo, perdimos con una votación 18-15 una proposición que modificó esta reducción de 2 meses a solamente 1″, informó Santos.
Sin embargo, expuso que en el segundo debate insistirá en que el período legislativo empiece en enero, no en febrero, ni mucho menos en marzo. “A los congresistas nos pagan por legislar y hacer control político”, puntualizó.
Uno de los opositores a recortar ese receso, fue el representante Germán Navas Talero del Polo Democrático, que defendió que muchos congresistas usan ese tiempo para viajar a las regiones y escuchar a la gente, para luego radicar proyectos.
“No han querido entender que ustedes no son meseras, ni son el de los tintos de todos los días. Ustedes son representantes políticos de una región del país y tienen que estar en contacto con su región, y venir aquí (al Congreso) a ser voceros de ellos. Pero quedarse en Bogotá, en Unicentro, esa no es la labor de ustedes. Yo esto no lo voto como viene (…) En ninguna parte se sesiona todo el año, porque ustedes no son empleados, son representantes de una colectividad (…) Que ustedes me vengan a decir a mí, que tengo que estar durante 12 meses, de 8:00 a 12:00, y de 2:00 a 6:00 p. m., les digo: yo fui elegido, no nombrado”, manifestó.
También hubo reclamo por parte del representante Harry González, del Partido Liberal quien cuestionó a Gabriel Santos: “En Semana Santa usted se fue a Miami, a mostrarle las playas a su hija. Yo me fui al Caquetá, donde tuve reuniones con organizaciones sociales, con directorios del Partido Liberal, con funcionarios públicos y hasta visité municipios. Me hubiera encantado irme a vacaciones, a una playa, pero no lo puedo hacer, no puedo descuidar a la población que me eligió”.
Pero Santos insistió en la importancia de ese proyecto: “No hay otra profesión en el mundo a la que se le cercenen cuatro meses de trabajo y aún así disfrute de un salario escandaloso y un equipo de trabajo a su servicio. Con razón el Congreso tiene uno de los peores indicadores de legitimidad”.
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