Congresistas de Cambio Radical piden a su bancada no apoyar la reforma tributaria

Se trata de uno de los grupos políticos con más presencia en el Congreso; si toman esa decisión podría costarle un buen número de votos en el Legislativo a la propuesta del Gobierno.

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Temístocles Ortega, senador de Cambio
Temístocles Ortega, senador de Cambio Radical (Colprensa - Sergio Acero)

Tres fichas importantes del partido Cambio Radical le propusieron este jueves a sus compañeros de bancada en el Congreso que no apoyen la reforma tributaria que llegará pronto al Congreso para ser debatida. Para el Ejecutivo el apoyo de este partido es clave teniendo en cuenta que en el Senado y la Cámara de Representantes son la segunda fuerza, con el 15 y el 17 por ciento respectivamente, detrás del Centro Democrático.

Jaime Rodríguez Contreras, representante a la Cámara por el Meta; José Daniel López, representante por Bogotá y Temístocles Ortega Narváez, senador, pidieron a través de una carta “que de manera unánime nos opongamos a esta iniciativa” que llegará a la corporación en unos días. Los congresistas plantean seis puntos claves:

En primer lugar rechazan el cobro de IVA a productos de uso regular. “Apoyar la idea de gravar el 56 por ciento de la canasta familiar implicaría una separación irreconciliable entre el partido y sus bases sociales”, y reclaman que exceptuar el café, el chocolate o el azúcar no es suficiente para que las familias coman. Además señalan que la medida asfixiaría a la clase media y no ayudaría a la reactivación económica.

En su segundo punto señalan que no tiene sentido ponerle impuestos a las pensiones ya que “solo el 37 por ciento de quienes están en edad de jubilarse reciben efectivamente una pensión” y piden que no se convierta a los pensionados en fuente de ingresos para el Estado reclamando que quienes reciben 7 millones de pesos por este beneficio “no son ricos”.

También se oponen a uno de los puntos más comentados: ampliar la base de personas que declaran renta en el país. La propuesta del legislativo es que las personas que ganen alrededor de 2.5 millones de pesos mensuales, paguen. “Antes que nuevos cobros, necesitamos eliminar las ineficiencias y simplificar el sistema tributario, como lo recomiendan los expertos”.

“Los hogares colombianos gastan casi la mitad (44,6 por ciento) de sus presupuestos en alojamientos, agua, electricidad y en alimentos, según el Dane. Imponerle tributos nuevos a quienes ganan 42.5 millones o más es apretar del cuello a la clase media, golpear el poder adquisitivo de los hogares y promover la informalidad y la evasión”.

El punto cuatro es que no se debe desestimular el ahorro. “Eliminar los beneficios tributarios para los ahorros voluntarios en los fondos de pensiones afecta la liquidez del sistema pensiona y no se compadece con la realidad de un país donde la gran mayoría de adultos mayores no acceden a jubilación”, declararon.

El quinto punto hace referencia a la propuesta del Legislativo de hacer permanente el impuesto transitorio al patrimonio que terminaría en 2022 y que fijaría la tarifa del 3 por ciento sobre los patrimonios mayores de $5.000 millones. “Darles beneficios tributarios para atraer sus capitales a través de la Ley de Crecimiento Económico, para voltearles la torta, generará un precedente de desconfianza”. Para los congresistas esto podría afectar la inversión y el crecimiento económico.

Finalmente expresan que el eliminar beneficios tributarios al “sector productivo” debe analizarse mejor ya que podría golpear sectores claves para la reactivación económica. Específicamente se refieren al de la construcción e invitan a tener en cuenta a los sectores del entretenimiento y turismo en los planes de reactivación económica ya que, según el Dane, representan el 34 por ciento del mercado laboral de febrero de este año.

Por eso invitan al Gobierno a que revisen temas de evasión de impuestos, fortalecimiento de la capacidad de recaudo y reducción de gastos de funcionamiento del Estado ante de tomar otras medidas. Y califican la propuesta como “semejante despropósito nacional” que ahuyentaría la inversión y la generación de empleo.

“¿Por qué no más bien empezar por ahí?”

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