Cada vez parece más difícil que la reforma tributaria que ha revelado a cuenta gotas el Ministerio de Hacienda, dirigido por Alberto Carrasquilla, se mantenga en su versión original durante su paso por el Congreso de la República. En los últimos días, el hermético tratamiento al ajuste fiscal se terminó y se comenzó una socialización en medios que causó revuelo entre ciudadanos y congresistas.
Entre los críticos de la reforma, se destacaron líderes uribistas como Rafael Nieto, María Fernanda Cabal y Gabriel Santos, quienes señalaron fuertemente la medida revaluada de gravar el chocolate, café, sal y azúcar. Sin embargo, después de una reunión con Tomás y Jerónimo Uribe, Duque pensó mejor el inciso y anunció su retiro.
Pero el partido de Gobierno no podía dejar solo a Duque. Ante esto, la bancada hizo público un comunicado con once puntos en el que apoyan la iniciativa del presidente perteneciente a su colectividad. Sin embargo, todo apunta a que se trata de una aprobación condicional y que, por ningún motivo, están de acuerdo con el primer planteamiento.
En primer lugar, el Centro Democrático “reconoce el esfuerzo del gobierno del presidente Iván Duque para atender una pandemia impredecible, que exigió un endeudamiento de más de 150 billones de pesos en 2020 y 90 en 2021 por la caída del ingreso y el mayor gasto social y en salud”, indicó el comunicado que afirmó que sin los 90 billones que se buscan recaudar este año, no hay cómo pagar salarios del Estado en el segundo semestre.
En el segundo punto, apoyaron las transferencias económicas a las Mipymes, que se hacen por medio del Programa de Apoyo al Empleo Formal (PAEF), y consideran que la educación debe ser gratuita para la clase más vulnerable. Frente al déficit con el que opera el Estado, el partido de Gobierno resaltó que se debe posponer la reducción de impuestos y apoyó el ahorro de 39 billones que propone la reforma.
Entrando en materia, el partido plantea ampliar la base de declarantes, pero, contrario a lo que ha anunciado y puntualizado el Gobierno, dichos declarantes no pagarían impuestos o lo harían de manera simbólica. De esta manera, se estimularía la formalización de la economía y se evitaría la evasión futura.
Ante esto, para Blu Radio, el expresidente Uribe afirmó que no se trata de montos altos que afectarían a los declarantes. “Eso va ayudando a contralar evasión. Eso va formalizando. Una cosa es una tarifa simbólica, otra que a una persona que gane 36 millones al año le cobre 400.000 pesos al año”, comentó el líder de la colectividad a la emisora.
En el sexto aparte, celebran el retiro de los productos de la canasta familiar del aumento de IVA pero, por otro lado, proponen que alimentos llamados “de lujo” como quesos madurados, salmón y cortes de carne “suntuosos” deberían subir en carga impositiva.
De esta manera, el impuesto al patrimonio, para el partido liderado por el expresidente Uribe, deberá comenzar desde aquellos que superen los 3.000 millones de pesos, “con tarifa marginal, progresiva, descontable y transitoria, como mecanismo para cofinanciar programas sociales. También a los altos sueldos”, reza la misiva. Además, con el fin de crear empleos, la colectividad apoya que se sostenga la sobretasa de renta al sector financiero con destinación específica a pequeñas obras, urbanas y rurales.
En otro aparte polémico, se habla de una propuesta para crear un mecanismo de inversión “forzosa” para el sector financiero. Con esto, el partido buscaría que se aumentaran los créditos para las empresas más pequeñas “como instrumento de recuperación”.
Al finalizar el comunicado, el partido explica que la pandemia encontró al país con un alto endeudamiento y, por esto, culpó a la administración de Juan Manuel Santos. Para ellos, la economía colombiana vive una situación “fruto del derroche que antecedió al gobierno actual, sumado a la contracción sin precedente de 2020. Comprendemos que el momento del país nos exige una solidaridad social extraordinaria”.
Incluso Uribe conoce la dificultad que presentará la reforma en el Congreso. Frente a la negativa de las bancadas amigas, el expresidente propone una socialización. “Pensamos que el Gobierno es consciente que se requiere un acuerdo con las bancadas que lo apoyan el proyecto antes de presentarlo. La situación de pobreza y la situación de finanzas públicas es muy grave”, comentó.
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