Continúan las alertas en Huila a causa de la temporada invernal: siete municipios están en monitoreo

Existe preocupación en el departamento a causa de varios deslizamientos que están represando el curso natural de dos quebradas y un río, lo que a su vez aumenta el riesgo de inundaciones.

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Las lluvias en el Huila también causaron, a inicios de marzo, la creciente del río Frío, que le arrebató la vida a una cónsul panameña. / Colprensa
Las lluvias en el Huila también causaron, a inicios de marzo, la creciente del río Frío, que le arrebató la vida a una cónsul panameña. / Colprensa

La dura temporada invernal que está atravesando el país se siente con más fuerza por estos días en el Huila, donde la Unidad de Gestión del Riesgo del departamento se vio en la obligación de extremar el monitoreo de siete municipios ante los deslizamientos de tierra que están generando represamientos en varias quebradas.

Según el secretario de Gobierno departamental, Franky Alexander Vega Murcia, las alertas por riesgo de desbordamientos ya están encendidas en las poblaciones de Timaná, Elías, Yaguará, La Plata, Nátaga, Tesalia y Paicol. Allí, le contó a RCN Radio, se está trabajando de la mano de los alcaldes con el objetivo de mitigar una posible emergencia.

De acuerdo con lo reportado por dicha emisora, los ojos están puestos, principalmente, sobre la quebrada El Olicual, en plena frontera entre Timaná y Elías, donde se adelantan esfuerzos mancomunados entre el cuerpo local de bomberos y Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres. Entre los dos, se encargan de monitorear a diario el caudal del afluente para prevenir una crecida súbita.

En riesgo por dicha posibilidad, se encuentran cuatro viviendas, dos pertenecientes a cada municipio, que ya fueron evacuadas a pesar de que ya se están adelantando obras para eliminar el deslizamiento que dificulta el flujo del agua. De acuerdo con las autoridades, la quebrada ya está drenándose gracias a un rompimiento de la masa de tierra que la bloqueaba, pero no lo suficiente como para descartar el riesgo.

Un caso similar se registra en Yaguará, a donde fue necesario enviar maquinaria pesada para destapar el cauce de la quebrada La Garza, a la altura de la vereda La Floresta. Allí, los funcionarios de Gestión del Riesgo señalan que, los escombros del deslizamiento continúan cayendo al afluente a medida que avanzan en la remoción de tierra que se encuentra en la base.

Por fortuna, las autoridades señalaron que la zona, ubicada en la vía que conecta al municipio con Íquira, no posee tanto riesgo de generar torrentes peligrosos, debido a que se caracteriza por tener una topografía de baja pendiente.

Donde hay más preocupación es en La Plata, frontera del Huila con el municipio de Inzá, en el Cauca, donde un deslizamiento terminó bloqueando el río Ullucos, obligando al trabajo coordinado de monitoreo por parte del departamento de Gestión del Riesgo de Desastres que presta servicio a ambos municipios y la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres del primer departamento.

De acuerdo con la emisora colombiana, las previsiones se toman teniendo en cuenta que el Ullucos es un afluente del río Paez, lo que no solo pone en peligro a las veredas Cansarrocines y Laderas de La Plata, sino también a las poblaciones de Nátaga, Tesalia y Paicol.

En dichos municipios ya hacen presencia miembros de distintos organismos de socorro, incluyendo uno de la Defensa Civil, y hasta la policía de tránsito —pues en la zona hay un puente vehicular— como parte de las medidas preventivas. Las labores de monitoreo en la zona se extenderán durante un periodo de días, mientras las autoridades logran eliminar el represamiento del Ullucos.

La emergencia en el Huila se viene recrudeciendo desde mediados de marzo, cuando se registró un alza en el caudal del río Las Ceibas, que obligó a las autoridades de Neiva a emitir el estado de alerta amarilla. La misma escaló a naranja en pocos días a causa de las lluvias, que dejaron inicialmente a 30 municipios con reporte de emergencias; alrededor de 5.000 personas con afectaciones; 16 viviendas destruidas, 239 viviendas averiadas y dos en alto riesgo.

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