Caen los autores de la masacre del domingo en Circasia (Quindío) que dejó 4 muertos y 3 heridos

Se trataría de dos integrantes de la banda La Aldea que se dedica al microtráfico en ese municipio de la región cafetera colombiana

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Imagen de archivo: luego de consejo de seguridad, MinDefensa Diego Molano estableció recompensa de 100 millones de pesos por información tendiente a la captura de responsables de masacre en Circasia, Quindío
Imagen de archivo: luego de consejo de seguridad, MinDefensa Diego Molano estableció recompensa de 100 millones de pesos por información tendiente a la captura de responsables de masacre en Circasia, Quindío

Por los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado y porte ilegal de armas fueron judicializados dos hombres que la Fiscalía General de la Nación señala de perpetrar la masacre del domingo en el municipio de Circasia (Quindío), en el eje cafetero.

La captura de los presuntos homicidas se llevó a cabo en un trabajo coordinado entre la Policía Nacional y la Fiscalía.

“En tiempo récord se esclareció el homicidio múltiple de 4 personas en Circasia, que ocurrió el pasado 4 de abril. Dos presuntos integrantes de la estructura criminal La Aldea fueron capturados”, informaron en la cuenta oficial del organismo investigador.

La masacre ocurrió la madrugada del domingo, en el sector conocido como La Invasión del barrio La Esperanza de esa población quindiana, luego de que los hombres armados llegaron al sitio y dispararon contra un grupo de personas, en el que resultaron muertos Paola Andrea Carmona Marín de 27 años, Deiby Julián Carrión Arroyave de 23 años, Andrés Felipe Grajales Franco de 27 años y Julio Cesar Ossa Lizcano de 21 años, de acuerdo con la información que publicó sobre este hecho la Radio Nacional de Colombia.

La emisora también indicó que en el hecho violento resultaron heridos Estiven Mijares Banderas de 22 años, que fue trasladado al hospital San Juan de Dios de Armenia; Steven Leonardo Quiroga Valencia y Gabriela Camacho de 24 años.

En el sitio del crimen, las autoridades también encontraron a dos menores de edad: un bebé de 7 meses y una niña de 8 años que quedaron a cargo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para el restablecimiento de sus derechos.

El ministro de Defensa, Diego Molano, presidió un consejo de seguridad con las autoridades de Circasia por este hecho el mismo domingo y anuncio una recompensa de hasta 100 millones de pesos para dar con los autores del múltiple crimen, de los que señaló a integrantes de bandas dedicadas al microtráfico en ese municipio.

“Determinamos que con la masacre de Circasia están vinculados alias Raúl de la banda Los ibéricos o Trilogía y para el caso de Montenegro alias Nene que pertenece a la banda La Aldea”, dijo ese día Molano.

El funcionario también anunció que se dispuso de un equipo especial integrado por la Policía y el Ejército quienes se encargaron de realizar los registros correspondientes para dar con los homicidas.

Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) esta sería la masacre número 25 de lo corrido del año, y en este municipio también se presentó el asesinato de otras dos personas en hechos distintos, que dejaron el resultado de seis personas muertas en menos de 48 horas.

Ese fin de semana también se registró otra masacre en el municipio de La Plata (Huila) en el centro del país, donde fueron asesinados un hombre y sus dos hijos.

Las víctimas fueron identificadas por las autoridades como Luis Eliber Quintero Trujillo de 55 años de edad, Ricardo Quintero Quintero de 32 años y Luis Quintero Quintero de 29 años de edad.

En las primeras versiones que obtuvo el portal de noticias huilense La Nación, sostienen que cuatro sujetos armados llegaron en moto hasta la finca Las Colmenas, en zona rural del municipio La Plata y le dispararon a las víctimas.

En ese mismo diario informaron que la Policía Judicial confirmó que Luis Eliber, padre de las víctimas, y su hijo Ricardo, presentan anotaciones por los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y amenazas, por lo que se presume una posible venganza por los negocios de tráfico de drogas que se vive en dicha zona.

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