Este lunes 5 de abril se conoció que el médico Luis Aurelio Vives Echeverría, padre de Carlos Vives, falleció a los 91 años en Santa Marta, capital del Magdalena. De acuerdo con la información preliminar, antes de su muerte estuvo rodeado de familia y un grupo de especialistas que lo cuidaban desde hace algún tiempo.
Aunque el cantante samario todavía no se ha pronunciado sobre la muerte de su padre, hace algún tiempo en el diario El País confesó que, si no hubiese sido músico habría dedicado su vida a la medicina, como su papá.
Yo soy un hijo muy cercano a su papá. La distancia en vez de separarnos o hacer que desapareciera el cariño lo hizo más grande.
Juan Enrique, uno de sus hijos, se pronunció sobre la muerte de su padre, según El Heraldo, y le dedicó un sentido homenaje.
Papá gracias solo gracias. En deuda para siempre, sé que estás con Dios porque te lo mereces. Te quiero hoy, mañana y siempre. Nos volveremos a ver. Vuela alto papá.
La última vez que se le vio, según el portal Seguimiento, fue en el matrimonio de Carlos Vives y Claudia Elena Vásquez.
Luis Aurelio Vives Echeverría fue director deportivo por muchos años y ocupó por un tiempo la presidencia del Unión Magdalena.
Según El Heraldo, fue una persona muy esquiva de la vida de la farándula y no le gustaba hablar de la fama de su hijo, pero sí participó en uno de sus videos musicales y aseguró que se acercó mucho a su hijo durante la grabación de los Clásicos de la Provincia. Según sus amigos era un gran lector y un excelente jugador de dominó.
En las redes sociales se publicaron numerosos mensajes de condolencias y solidaridad con Carlos Vives, incluso el presidente Iván Duque publicó un trino donde daba las condolencias al cantante samario por su perdida.
Sobre su padre, Carlos Vives siempre ha mostrado cariño y nostalgia debido a la distancia que le ha ocasionado la fama y su vida artística. Así lo manifestó en una entrevista, hace un par de años
Nos separamos porque él se quedó viviendo en Santa Marta, nuestra ciudad natal, yo me fui a vivir a Bogotá. Eso nos apartó un poquito en distancia, no en sentimiento.
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