Colombia realizó, por primera vez de manera legal, una exportación a los Estados Unidos de un extracto con alto contenido de THC (tetrahidrocannabinol), el principal cannabinoide piscoactivo derivado del cannabis y una sustancia controlada bajo tratados internacionales.
El pasado 30 de marzo, la empresa colombiana NatuEra, una filial de la canadiense Cronos Group, envió extracto de THC a la compañía estadounidense Biopharmaceutical Research Company, que lo destinará a una investigación científica para analizar la composición y seguridad del cannabis en forma de vapor, los resultados de este estudio servirán para orientar las discusiones de política pública que vienen avanzando en ese país sobre la legalización del cannabis a nivel federal mediante un marco regulatorio responsable y basado en la ciencia.
Es decir, que, el estudio será determinante para la legalización del consumo de esta sustancia. Colombia, fue el país encargado de participar de este proceso, ya que se cree que en el país se cuentan con las medidas necesarias para ofrecer un producto de buena calidad y control.
En dialogo con Nicolas Nannetti, CEO de NatuEra, el director le contó a Infobae la importancia de esta colaboración y por qué las farmacéuticas están buscando estudiar el TCH de manera medicinal. Además, aseguró que el producto exportado desde el país es el adecuado para que la academia compruebe que se puede usar la sustancia de manera medicinal.
-“Creemos que las empresas y organizaciones de investigación deben contar con acceso legal a cannabinoides confiables y de la más alta calidad para sus iniciativas de investigación y desarrollo. Este hito es muy significativo para Colombia pues en un momento en el que la industria farmacéutica, de consumo masivo y la academia buscan avanzar con la investigación necesaria para orientar las discusiones de política pública que están en curso sobre la legalización y regulación del cannabis a nivel federal”, afirmó Nicolas Nannetti, CEO de NatuEra.
La cantidad de TCH exportada desde el país fueron 30 militros, en tres envases de 10 mililitros cada uno, esta cantidad es la que se usa normalmente para temas de investigación y desarrollo. Generalmente se usa una cantidad muy pequeña para poder someterla a los análisis necesarios en esta investigación.
Este primer cargamento de cannabis con alto contenido de THC fue exportado por NatuEra desde Colombia, con la autorización del Fondo Nacional de Estupefacientes, e importado en los Estados Unidos bajo un permiso de la DEA, otorgado a BRC.
Esta constituye la primera exportación-importación de extracto de cannabis psicoactivo con alto contenido THC desde Colombia a los Estados Unidos realizada en cumplimiento con la normatividad aplicable.
“Los científicos en los Estados Unidos requieren de acceso legal a cannabinoides de calidad superior para poder estudiar en mayor detalle la seguridad y la eficacia del cannabis en sus distintas formas. Nos enorgullece trabajar con NatuEra, con quienes compartimos principios sobre la importancia del cumplimiento regulatorio, la ciencia y el progreso, para facilitar acceso al cannabis en conformidad con las normas federales”, añadió George Hodgin, CEO de BRC.
Una exportación creciente:
Las exportaciones legales de cannabis colombiana alcanzaron los 5 millones de dólares en 2020, con un aumento del 1.600% con relación a las ventas al exterior del 2019, según reportó en días pasados la Asociación Colombiana de Industrias del Cannabis (Asocolcanna), que reúne a 32 empresas, que representan el 90 por ciento de la producción legal del país.
“Este es un crecimiento muy positivo porque ya empezamos a ver que las empresas están llegando al tiempo del mercado. Eso quiere decir que están encontrando demandantes para sus productos y, si bien es un resultado por debajo de lo esperado, se está abriendo la ruta del mercado internacional”, comentó el presidente de la asociación gremial Rodrigo Arcila.
Lo que más se exporta, según el gremio, son jugos y extractos naturales (US$2.909.361); seguidos de los productos relacionados con belleza, maquillaje y cuidado para la piel, que ocupan el segundo lugar con US$673.684; en el tercer renglón están los demás compuestos químicos derivados de la cannabis, que se conocen como polifenoles (US$622.468).
No obstante las buenas cifras, los productores colombianos de cannabis, siguen insistiendo ante el Gobierno nacional para que se otorguen permisos para exportar flor seca con fines medicinales.
“La flor seca de cannabis, además de ser una materia prima, también es un producto terminado. De hecho, es el más recetado y con mayores ventas en Estados Unidos, Canadá y Alemania, donde representa más de 50% de las ventas a pacientes en dispensarios”, aseguró, en entrevista con Portafolio, Camilo de Guzmán, vicepresidente jurídico de NatuEra.
Sin embargo, las autoridades aún tienen reservas al respecto. “Esto genera mayores retos para el control y prevención del desvío del estupefacientes, así como la reevaluación de la posibilidad de permitir en Colombia la prescripción de cannabis sin transformación, cuando las entidades competentes no lo han aceptado por carecer de investigación nacional que pruebe sus beneficios”, reflexionó el ministro de Justicia, Wilson Ruiz.
Legalización en Estados Unidos
En la actualidad, el cannabis con fines medicinales ha sido legalizado en 36 de los 50 estados de los Estados Unidos de América. Sin embargo, el cannabis psicoactivo (es decir, aquel con contenido superior al 0.3% de THC) sigue siendo una sustancia controlada en los Estados Unidos bajo la categoría más restrictiva del Controlled Substances Act (Ley de Sustancias Controladas) de 1970, que se reserva para aquellas drogas sin usos médicos aceptados y que presentan un alto potencial para el abuso.
En diciembre de 2020 la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, en una decisión histórica, aceptó la recomendación de la Organización Mundial de la Salud -OMS- de remover el cannabis de la lista más restrictiva en materia de sustancias controladas, reconociendo su importancia y utilidad para fines médicos y científicos por primera vez.
En ese contexto, en los Estados Unidos viene avanzando un debate nacional sobre cómo legalizar y regular el cannabis, y hacer la transición de un marco regulatorio inconsistente, liderado por los estados, hacia un marco regulatorio federal, orientado por la ciencia, la seguridad de los pacientes/usuarios, y la aplicación de estándares de calidad consistentes.
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