Este miércoles una Corte de Texas, Estados Unidos, condenó a 11 años y tres meses de cárcel al exfutbolista colombiano Jhon Viáfara por tráfico de drogas, a pesar de su negativa cuando fue capturado hace ya más de un año, el valluno aceptó cargos y se declaró culpable el pasado noviembre por importar poco más de cinco kilogramos de cocaína a Estados Unidos.
Los fiscales acusaron a Viáfara de planificar con integrantes del Cártel del Golfo los traslados de cocaína que salían de Colombia en lanchas rápidas y que pasaban por México para terminar en Estados Unidos. Por su parte el fiscal Nicholas Ganjei dijo que a pesar de que el colombiano tenía fama, dinero y prestigio, uso su “talento para apoyar el mal que representa el narcotráfico” y sentenció que quien decida tomar este camino, sin importar quien sea, será buscado por la justicia.
“Los traficantes deben tomar nota: sin importar quién seas, no importa en qué parte del mundo vivas, Estados Unidos te enjuiciará si te unes a una conspiración para enviar drogas a nuestro país”.
El jugador de 42 años era el encargado de coordinar las rutas de de envío de la droga y de administrar el pago de la nómina de los lancheros, de los encargados del embalaje y del transporte en general. Cuando fue capturado en 2019, el jugador dijo que no temía lo que podía pasar y que esperaba ir a Estados Unidos a develar las pruebas que tenían en su contra para ver “hasta qué grado comprometen”, conoció El Espectador.
El expediente de la DEA
Desde mediados de 2017 se le seguía la pista a la red de narcotráfico a la que pertenecía el campeón de la Copa Libertadores con Once Caldas en 2004. De acuerdo a las indagaciones adelantadas en ese momento por un agente especializado de la entidad contra las drogas estadounidense, esta red se movía desde 2008 enviando cocaína desde sudamerica hasta centroamerica para pasarla hacia Estados Unidos y venderla.
Viáfara era conocido como ‘Goleador’, ‘Makelele’ o ‘Futbolista’ y fue vinculado con esta red que consistía en seis personas cuando se conoció de una foto que le enviaron, donde se veía la referencia HK-17 en los productos ilegales, marca que se reconoció en Estados Unidos al tiempo en un cargamento incautado por las autoridades de ese país. De acuerdo a El Espectador, también se conocieron llamadas en las que se orquestaban algunos puntos clave del transporte, reuniones con un cartel mexicano y hasta charlas sobre la incautación de la droga por la Policía, frustrando algunos de sus cargamentos.
Desde el 19 de marzo de 2019, Viáfara estaba en la cárcel La Picota en Bogotá tras haber sido capturado ese día sobre la 1 de la tarde en el Valle del Cauca. En enero de 2020 fue extraditado y hasta un año después se conoce de una condena que marca la historia de un seleccionado colombiano que algún día tuvo a sus pies a todo un país.
Sus días en la cárcel
“Se levanta sobre las cinco de la mañana y cumple con la rutina de la cárcel. Desayuna, trata de mantenerse en forma, hace ejercicio y al parecer está leyendo mucho”, detalló el padre del jugador hace unos meses al diario El Tiempo.
De acuerdo con El Tiempo, el padre de Viáfara destacó que por el momento su hijo no ha tenido ningún problema con sus compañeros, que allí lo respetan y hasta se ha hecho querer por su forma de ser, “él suele ser amigo de todo el mundo”, dijo el bombero de El Roble, corregimiento de Jamundí, en el departamento del Valle del Cauca, lugar en el que nació el futbolista.
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