Las aeronaves, que iniciaron su llegada al país desde el pasado 30 de marzo al país, cumplirán tareas asignadas al transporte de carga y personal militar y civil en distintas zonas del país.
De acuerdo con la información provista por la Fuerza Aérea Colombiana, los aviones, de tipo C-17, han arribado a cuatro aeropuertos del país: uno a la Base Militar de Tolemaida, otro a El Dorado de Bogotá, uno más al José María Córdova de Medellín y el último al Ernesto Cortissoz de Barranquilla.
Los C-17 son tipo carguero y desarrollarán misiones de apoyo administrativo a la embajada de Estados Unidos en Colombia así como llevar de regreso a su país de origen a varios funcionarios estadounidenses.
Fuentes oficiales de la Aeronáutica Civil confirmaron que además del personal, los aviones regularmente hacen tránsito hacia Colombia y otros países vecinos, por lo que su utilización está orientada al apoyo logístico de la embajada de Estados Unidos.
Este es el motivo por el que los C-17 son asignados a tareas de respaldo para el transporte de correspondencia oficial entre el gobierno estadounidense y sus funcionarios, denominado valija diplomática que, por su carácter de confidencialidad, demanda la utilización de este tipo de aeronaves.
Aunque las tareas son de tipo logístico, no se ha confirmado si la tripulación de los aviones estadounidenses cumplió con los protocolos de bioseguridad determinados por el gobierno nacional para el arribo de ciudadanos extranjeros al país. Tampoco hay una confirmación oficial relacionada con la presentación de pruebas PCR para descartar la presencia del virus covid-19 entre los militares.
Además se conoció que una de las aeronaves está siendo sometida a revisiones de tipo técnico ante el reporte de una novedad cuando desarrollaba labores de aproximación hacia el aeropuerto José María Córdova que sirve a la capital del departamento de Antioquia. El reporte fue entregado por la seccional Medellín de RCN Radio.
Aunque esta vez las tareas son logísticas y de relevo de funcionarios diplomáticos, hace dos años el arribo de C-17 al país tenía propósitos que involucraban la distribución de ayuda humanitaria a Venezuela.
En febrero de 2019, tres C-17 partieron de Homestead, Florida, hacia Cúcuta, con toneladas de comida, medicamentos y ropa, para la población en condición de desplazamiento, apostada a ambos lados de la frontera colombo-venezolana.
A su arribo al país eran esperados por representantes del Presidente interino, Juan Guaidó, funcionarios diplomáticos de la Embajada de Estados Unidos, y simpatizantes de la oposición venezolana radicados en el país.
Cuando tocaron suelo colombiano en el aeropuerto Camilo Daza, los C-17 hicieron parte de una avanzada logística desplegada en Curazao y Brasil que tuvo la intención de hacer llegar directamente la ayuda humanitaria a refugiados venezolanos en puntos de frontera de estos países.
No obstante, el Gobierno de Nicolás Maduro bloqueó con una cisterna y contenedores el puente de Tienditas, en la frontera colombo-venezolana, para impedir el ingreso de la ayuda humanitaria.
Ese fue el motivo para que Usaid cambiara la estrategia humanitaria para la población desplazada de Venezuela: se abrieron centros de acopio y distribución en Miami y Houston, en Estados Unidos, pero su logística se entregó a iniciativas privadas.
Desde 2019 los C-17 se utilizan en misiones diplomáticas para América del Sur, como la que arribó en los últimos días a Colombia.