Niegan medida de protección a Mateo Reyes, involucrado en el caso de Ana María Castro

La defensa del hombre reiteró que su defendido está siendo víctima de amenazas y es por esto que está fuera del país.

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Después de que Mateo Reyes, presunto involucrado en el caso de la muerte de Ana María Castro, pidiera protección por parte de las autoridades, esta solicitud fue negada. Se indicó que no hay una relación entre el pedido y la muerte de la joven, por lo que el hombre no puede tener acceso a un esquema de seguridad proporcionado por el Estado.

Ante la respuesta, el abogado que lidera la defensa de Reyes expresó que fue la misma Fiscalía General de la Nación la encargada de poner a disposición esquema de seguridad. Además, reiteró que su defendido está siendo víctima de amenazas y es por esto que está fuera del país.

Cabe recordar que, Reyes habría salido del país el pasado 8 de febrero con destino a Miami (Florida, Estados Unidos) y hasta el momento no existen evidencias que den cuenta que volverá a Colombia próximamente. Sobre Mateo no existe ninguna restricción de movilidad, por lo que pudo salir libremente directo hacia el país norteamericano.

De hecho, Reyes es el único de los tres implicados en la muerte de Castro que no está siendo investigado por la Fiscalía, sin embargo, las autoridades están considerando volver a citarlo para aclarar las contradicciones que han surgido en medio de esta indagación. Hasta el momento se conocen por lo menos cuatro versiones diferentes de este hecho que el ente acusador ha sido insistente en catalogar como un feminicidio.

En su primera versión, Reyes, quien iba en la parte trasera de la Kia Sportage negra con Castro, aseguró que conoció a Ana María por amistades en común en la casa de otro amigo de nombre Andrés y que solo se veían en fiestas, por lo que el miércoles 4 de marzo a las 4:30 p.m. le envió un mensaje para que fueran a tomar con otros amigos.

Según el relato de Mateo, Ana María llegó en un Uber que él le ayudó a pagar, a la calle 116, entre autopista y 19. Luego, alrededor de las 6:00 p. m., entraron a Zona 116, donde estuvieron hasta las 8:30 p.m. y seguidamente se trasladaron hasta El Chupe, otro bar cercano. Después de un tiempo, Reyes asegura que algunos de sus amigos se fueron para sus casas y otros a comer. Mateo relató que él quiso irse también, pero Ana María le insistió que se movieran a Cantina, el último establecimiento al que entraría la joven en su vida.

Reyes afirmó que, esa noche compartieron con varios amigos que se encontró y con Ana, pero que ya no se sentía bien por la cantidad de licor que había ingerido. ”Habíamos tomado whisky, aguardiente, cerveza. Entonces yo ya me sentía muy mal, no me acuerdo de la salida del bar”, expresó y, ante la insistencia de la Fiscalía, negó haber consumido drogas esa noche.

El hombre dijo que salió del lugar con Castro, Paul Naranjo y Julián Ortegón, quienes sí están siendo investigados por la Fiscalía en el caso. Ellos se subieron en la Sportage de Naranjo, a quien Mateo niega conocer previamente, y en medio del viaje le dicen que no lo pueden llevar a su casa, por lo que este, junto con Ana, se bah¿jan del vehículo en la calle 80 con 69P de Bogotá, donde ocurrió todo. Mateo aseguró que, la joven se quedó hablando con Naranjo y Ortegón por la ventana del carro, pero que no sabe si fue en la de adelante o la de atrás:

“Oí discutir a Ana con alguno de ellos y les preguntaba ‘por qué, por qué’ y de un momento a otro, el que iba manejando arranca y como Ana estaba recostaba contra la ventanilla, no sé si fue que quedó enganchada en el carro y como arrancó tan rápido, cayó al piso y se golpea la cabeza. Yo no sé si el carro la arrastra pero sí gira antes de caer”, se lee en el documento revelado por la Fiscalía.

Esta versión no la han tocado ni Julián Ortegón ni Paul Naranjo, quienes explicaron que Castro quedó viva en el andén junto con el hombre y que los bajaron del carro porque a Paul le molestó que se estuvieran besando y tocando cuando él pretendía a la joven. Sin embargo, el testimonio de Mateo tiene contradicciones o cambios en la narrativa porque según testigos que llegaron después, a Ana María la vieron en un charco de sangre y a Mateo, posiblemente, sobre el capó de un carro diciendo que los habían botado de la camioneta.

En su testimonio Mateo dijo que no recuerda muchas cosas, ni lo que pasó entre el momento en que llamó a su novia Valeria para que le ayudara y que cuando esta llegó ya estaba él con la Policía y a la joven la habían trasladado a un hospital, por lo que se lo llevaron al Cai Las Ferias. “Valeria me dice que yo di muchas versiones, pero yo no me acuerdo”, puntualizó Reyes.

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