La contingencia ambiental no da tregua en Medellín, donde en la tarde de este martes 30 de marzo tuvo que ser declarada en estado de calamidad pública por parte del Gobierno nacional de cuenta de las lluvias. Así lo confirmó el alcalde Daniel Quintero Calle, quien señaló que la temporada invernal ha generado hundimientos, deslizamientos e inundaciones.
“Con presencia y apoyo del Gobierno nacional, la ciudad de Medellín fue declarada en estado de calamidad pública por las intensas lluvias que se han presentado durante el mes, que se convierten en las más intensas en los últimos nueve años”, dijo el mandatario durante el anuncio de la declaratoria.
Y no es para menos. En tan solo dos semanas, la capital antioqueña fue escenario de un deslizamiento de tierra que, el pasado 25 de marzo, dejó parcialmente incomunicada a la comunidad de Rodeo Alto, al caer sobre la calle 9A sur con la 82, una de las principales intersecciones del lugar. El mismo sigue siendo intervenido en este momento por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, Dagrd, de Medellín.
Adicionalmente, está el socavón que apareció en la vía Las Palmas, corredor que conecta a la ciudad con el túnel de oriente y con el Aeropuerto Internacional José María Córdoba, ese mismo jueves. El hecho se presentó a la altura de la Loma del Indio, provocando el cierre preventivo de la vía en sentido norte - sur.
Sobre este incidente se pronunció Quintero, quien a través de un mensaje publicado ayer informó que, “con nuestro equipo de las Secretarías de Infraestructura, Movilidad, Medio Ambiente y Dargd trabajamos para habilitar la vía a Las Palmas antes del lunes de pascua. Trabajamos 24x7 por Medellín”.
Lo mismo sucedió el 21 de marzo al norte de la ciudad, donde hubo otro hundimiento, esta vez en las vías férreas aledañas a la estación Acevedo del Metro de Medellín, generando retrasos de entre 20 y 30 minutos entre dicha estación y las tres últimas de ese extremo de la Línea A, que son Madera, Bello y Niquía. Esos lapsos de tiempo se mantienen en la actualidad, lo que obligó a la empresa a instalar una línea de buses padrones dedicada a cubrir el déficit.
En un evento realizado esta mañana, el gerente del Metro, Tomás Elejalde, informó que, “Llevamos una semana trabajando, 7x24, en la estabilización del talud. Toda la obra es una intervención de cerca de 7.800 millones de pesos, que saldrán del convenio Nuestro Río”.
Dichos trabajos tomarán al menos unos 45 días y representan un duro golpe para la organización que, según el directivo, dejó de percibir 379.000 millones de pesos en 2020 y estima que no recibirá otros 350.000 millones de pesos en 2021.
Con todo, entonces, no es de extrañar la declaratoria del estado de calamidad pública reglamentada por la ley 1523 de 2012, que no solo sirve para establecer un régimen especial en el que se ejecuta la contratación y compra pública de implementos necesarios para solucionar la calamidad sin necesidad de licitaciones que pueden tomar semanas o meses, sometiendo a la administración local a un posterior estudio fiscal sobre las adquisiciones; sino también para facilitar la colaboración interinstitucional.
Según el documento, las entidades territoriales “podrán colaborar con otras entidades territoriales de su mismo rango o de rango inferior o superior cuando tales entidades se encuentren en situaciones declaradas de desastre o de calamidad pública. La colaboración puede extenderse al envío de equipos humanos y materiales, recursos físicos a través de redes esenciales, elaboración conjunta de obras, manejo complementario del orden público, intercambio de información sobre el desastre o su inminente aparición y, en general, todo aquello que haga efectivos los principios de concurrencia y subsidiariedad positiva en situaciones de interés público acentuado”.
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