El pasado 26 de marzo, se hizo pública la noticia de un accidente en una mina de oro ubicada en la vereda de El Bosque, en el municipio de Neira, en Caldas. A tres días desde la tragedia, autoridades competentes se encuentran en la búsqueda de 11 trabajadores que estarían bajo tierra. Al rescate, en las últimas horas, llegó maquinaria especializada que ayudará a sacar a las personas de allí.
Una motobomba de 15 pulgadas llegó a la zona en las últimas horas y, según los rescatistas, será una herramienta importante y esencial para extraer el agua que causó la inundación dentro de la mina y que tiene a los 11 mineros atrapados desde el pasado viernes.
Con la llegada de la motobomba, el Ministerio de Minas aseguró que, van en camino retroexcavadoras para ayudar a sacar los escombros y despejar el terreno. Mientras se saca el agua que inundó el socavón, explicó el Ministerio, el Grupo de Seguridad y Salvamento Minero de la Agencia Nacional Minera, ANM, utilizará equipos especializados y una retroexcavadora para adelantar la operación de rescate.
Diego Mesa y Sandra Sandoval, ministro y viceministra de Minas y Energía, adelantan, por el momento, un puesto de mando unificado con el fin de coordinar las labores de atención de la emergencia que tiene en angustia a varias familias caldenses.
“Hemos venido para acompañar a las familias y a la comunidad en esta lamentable tragedia que se presentó en la Vereda El Bosque, del municipio de Neira. Desde el primer momento, a través del Grupo de Salvamento Minero de la Agencia Nacional de Minería, hemos hecho presencia, en un trabajo articulado con la Gobernación de Caldas, la Alcaldía de Neira y los organismos de socorro presentes en la región”, afirmó el ministro en un testimonio recogido por el portal de El País que, además, aseguró que, el lugar en el que quedaron encerrados los hombres, no está certificado para hacer minería legal.
“Compartí con los familiares de los 11 mineros desaparecidos y les ratifiqué el compromiso que tenemos con ellos en este difícil momento. No bajaremos la guardia y seguiremos trabajando articuladamente con los organismos de socorro para su búsqueda y rescate”, señaló el Gobernador Luis Carlos Velásquez.
John Jairo Castaño, secretario de Gobierno de ese departamento, indicó que han tenido una comunicación complicada con los organismos de emergencia y las autoridades que están en el sitio de la emergencia, en una entrevista con la Radio Nacional de Colombia, “allí hay unas deficiencias en la comunicación. El lugar no es de fácil acceso para poder llegar al sitio especifico en el que ocurrieron los hechos: hay que transportarse no solamente en vehículo en una carretera compleja, sino que después hay que tomar una especie de moto sobre unos rieles que llevan al sitio específico donde ocurrieron los hechos”.
De acuerdo con la explicación de los familiares de los mineros, los hombres habían aprovechado aquel viernes para ir a explotar la mina luego de varios días sin poder hacerlo, a causa de las lluvias. La mina, que tiene cerca de 13 metros de profundidad, y 60 kilómetros de largo, le sirve de sustento a varias familias de la vereda, por lo que, a pesar de ser una zona ilegal, las personas llegaban a trabajar allí para cubrir los gastos de sus hogares, así lo reportó el periódico El Tiempo.
Las familias han perdido las esperanzas de a pocos, y creen que, probablemente, los obreros ya no estén con vida y hayan fallecido ahogados.
“No tenemos nada de esperanza. Esa vida es muy dura y arriesgada, toca bajar todos los días a ese socavón al que sabes que entras, pero nunca estás seguro de si sales”, aseveró Miriam Ramírez, familiar de uno de los hombres, en un testimonio divulgado por ese mismo medio nacional.
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