En Colombia se creó el programa Revive (resocialización, vida y vegetación) un proyecto de resocialización en el que participan las personas privadas de la libertad y por medio del que, a través de sistemas sostenibles y de restauración ecológica, que incluyen la implementación de sumideros de carbono, los presos del país podrán trabajar en reducir el CO2 del aire, contrarrestará los efectos del cambio climático y aportará al aumento de corredores biológicos para proteger la fauna y la flora.
La idea del programa, que fue creado por los ministerios de Justicia y del Derecho y de Ambiente y Desarrollo Sostenible, inicia con la adecuación de viveros en los centros penitenciarios y carcelarios, donde se genera el material vegetal que posteriormente será utilizado en predios aptos para su restauración, en especial en zonas degradadas que se convertirán en un gran corredor ecológico.
Junto a esto, las personas privadas de la libertad, serán las encargadas de ayudar a cumplir con la meta de sembrar 180 millones de árboles en este cuatrienio, garantizando no solo restauración ecológica, sino la recuperación de los territorios.
El cuidado estará a cargo de los privados de la libertad, quienes también se encargarán de las labores fitosanitarias y de la plantación, todo bajo coordinación técnica en un ejercicio de educación ambiental alrededor de la producción de material vegetal, establecimientos, mantenimiento, monitoreo y la cuantificación del carbono, generando así reducción de emisiones en el país.
El aumento de los corredores biológicos ayuda a preservar la fauna y la flora regional en vía de extinción, disminuye la erosión y contribuye a la regulación de los caudales hídricos de las cuencas cercanas.
El plan piloto del proyecto, que posteriormente se extenderá por todo el territorio nacional, se ubicará en el terreno donde se construirá el nuevo centro penitenciario ubicado en la vía que conduce al municipio de Tame, en el departamento de Arauca. Las personas privadas de la libertad tendrán el apoyo técnico y capacitación por parte de la Universidad Nacional y Corporinoquia para la realización del vivero y posterior siembra.
Por su parte la Gobernación de Arauca ha dispuesto el terreno y la logística para el desarrollo de esta iniciativa, no solo en lo concerniente para la construcción de la cárcel, sino además, revisando predios de restauración ecológica en las cuencas de las diferentes fuentes hídricas.
Allí se construirá el primer vivero y se realizará la primera siembra fuera del centro penitenciario, de la mano de todas las autoridades locales que han participado, entre estas la Gobernación de Arauca y Corporinoquia, fundamentales para el desarrollo de esta experiencia que espera ser modelo para el país y el mundo, y en la que se aspiran sembrar 190 hectáreas.
Revive, además de permitirle a la población carcelaria seguir trabajando en programas de restauración ecológica y así disminuir la reincidencia en la comisión de delitos, ayudará al país a participar en el mercado de reducción de emisiones de manera mundial. La meta para Colombia en este sentido es reducir el 51% de sus emisiones al año 2030.
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