Este domingo 28 de marzo será el tradicional Domingo de Ramos, día en el que, según la tradición de la Iglesia católica, se marca el inicio de los días santos al ser el último domingo antes de la Pascua. Este evento del calendario litúrgico suele ser un día en el que los feligreses asisten masivamente a las iglesias para que los curas hagan la aspersión de agua para la bendición de los ramos, el agua y demás objetos de la fe católica.
En este día se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, según La Biblia, el profeta llegó a la ciudad para celebrar el inicio de la Pascua montado en un burro que le pidió a sus discípulos, mientras en las calles sus seguidores lo recibieron con ramos de palmas mientras lo aclamaban como el Mesías.
“El Domingo de Ramos es el sexto y último domingo de Cuaresma y el comienzo de la Semana Santa, un domingo del más alto rango, en el que no se permite siquiera conmemoración de ningún tipo en la misa. En el derecho común marca el comienzo de los deberes de la Pascua”, explica la Conferencia Episcopal de Colombia.
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Contrario a lo que muchos piensan, las semanas empiezan los domingos, por eso la Semana Santa se da inicio con el Domingo de Ramos. Desde el pasado miércoles de ceniza, han pasado 40 días, es decir, la Cuaresma, un tiempo en el que los creyentes se preparan para conmemorar el sacrificio de Jesucristo como salvador y su triunfo sobre la muerte, es decir la resurrección.
En este día se unen dos tradiciones litúrgicas que han originado la tradición del Domingo de Ramos, la de Jerusalén y la de Roma. En la primera, se recuerdan las profecías que anunciaron la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, en ese momento sería reconocido y celebrado como Rey de Paz y Mesías ante sus seguidores a la entrada de la ciudad.
Según el Evangelio de San Mateo, el Mesías se abrió paso entre la multitud montado en un burro, mientras sus creyentes lo alababan con ramos de palma y gritaban: “Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto”.
Después se completarían las profecías con su condena, crucifixión, muerte y resurrección. Según esta liturgia, los fieles deben asistir a la procesión con ramos de palma, olivos u otros árboles, y entonar los cantos de la Iglesia, mientras que los sacerdotes y los ministros, llevando también ramos, deben marchar delante del pueblo.
Desde la Iglesia se invita a los fieles a que, tras la bendición de los ramos en la procesión y misa, que conserven en sus casas, junto a las cruces o cuadros religiosos, los ramos como un recuerdo del cumplimiento de las profecías y de la victoria pascual de Jesús.
Por otro lado, la tradición litúrgica de Roma invita a los creyentes a celebrar conscientemente en la Semana Santa de la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo, teniendo en cuenta también el Evangelio de Mateo (26:14-27:66).
Las ceremonias principales del día son la bendición de las palmas, la procesión, la Misa, y, durante la Misa, el canto de la Pasión, resalta la Conferencia Episcopal de Colombia.
Sin embargo, este es el segundo año en el que el coronavirus impide que la celebración del Domingo de Ramos se dé de la manera tradicional para los creyentes. En esta ocasión, nuevamente, la invitación de la Iglesia y de las autoridades de cada ciudad es que los feligreses vivan este día y los demás días santos desde sus casas, ya que en las ciudades del país se celebrarán las tradicionales ceremonias virtualmente o con un límite de aforo para evitar contagios.
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