Tres colombianas hace parte de las 25 científicas más relevantes de Latinoamérica

Johanna Marcela Flórez, Paola Barato y Andrea Ramírez fueron las distinguidas.

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Con el fin de reconocer a las mujeres que están cambiando el mundo desde este sector, 3M celebró la primera versión de su iniciativa ’25 Mujeres en la Ciencia: Latinoamérica’. De acuerdo con la compañía, este es el momento para resaltar el valor que tienen la ciencia en nuestras vidas, motivar a más jóvenes a elegir profesiones STEM y, por supuesto, empoderar a más mujeres para que entren en estos campos y realicen sus contribuciones a la ciencia.

Dentro de la lista clasifican tres colombianas, quienes tuvieron que presentar un proyecto o solución basado en cualquier disciplina científica, con una aplicación práctica en beneficio de la comunidad, sociedad o medioambiente y con resultados comprobables y medibles en los últimos dos a cinco años.

Johanna Marcela Flórez Castillo, egresada del programa de Química de la Universidad Industrial de Santander y graduada como doctora en Química de la misma institución fue incluida en el listado de las 25 científicas más relevantes de Latinoamérica. La investigadora santandereana fue nominada por un proyecto enfocado en nuevas alternativas para combatir las bacterias resistentes a los antibióticos convencionales

“El objetivo era lograr inmovilizar unos péptidos antimicrobianos en unas nanopartículas que tenían propiedades magnéticas con el fin de que el compuesto pudiera ser dirigido por un campo magnético externo al blanco que uno desee que ataque el compuesto antibacteriano. El proyecto finalizó en el 2019. De ahí surgió otro que es como la continuación, en este soy coinvestigadora, pero en el nominado fui la investigadora principal”, dijo Flórez Castillo.

Actualmente, la santandereana es docente universitaria en el área metropolitana de Bucaramanga y desarrolla un proyecto de investigación enfocado en el diseño de nuevas estrategias para mitigar el fenómeno de resistencia bacteriana, “sobre todo en un momento en que se han descubierto bacterias multirresistentes y una grave falta de antibióticos efectivos”.

“Este premio a las mujeres científicas de Latinoamérica también busca incentivar a las chicas de la Universidad porque, aunque en Colombia hay buenos porcentajes de participación en las áreas de química, es necesario conseguir esa equidad en esas áreas que son de ciencia, ingeniería y matemáticas”, manifestó la científica.

Paola Andrea Barato se graduó como médica veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia, donde también realizó su doctorado en Biotecnología. Asimismo, cuenta con una especialización en Acuicultura de la Universidad de los Llanos. La científica bogotana se presentó a la convocatoria con el proyecto que adelantó durante su doctorado, dirigido a contener la propagación de una bacteria que afecta a las tilapias.

Su relevancia radica en que, con este hallazgo, explica Barato, se podrá reducir el uso de de vacunas y antibióticos de los cuales se ha demostrado su poca eficiencia y la manera en que afecta la salud tanto del pez como de los seres humanos.

Asimismo, se ha distinguido por ser una gran empresaria, pues es directora ejecutiva y científica de sus dos empresas de base científica tecnológica: Corpavet y Molecularvet S.A.S. Además, hace parte de los miembros fundadores de la Red Colombiana de Mujeres Científica.

Andrea Ramírez es médica egresada de la Universidad de los Andes, realizó un rural de investigación financiado por Colciencias en el Departamento de Medicina de la universidad. Hizo su doctorado en epidemiología en Brasil y cuenta con una maestría en salud pública. Actualmente, es coinvestigadora del proyecto Covida.

“Yo he sido muy afortunada, siempre he tenido muchas oportunidades para poder estudiar”, recuerda la científica.

Su trayectoria académica le ha permitido cosechar importantes logros durante su vida. Uno de estos ha sido trabajar de la mano con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, quienes lanzaron un prototipo de careta facial cerrada con la Universidad de Yale para reforzar la seguridad de los trabajadores que no pueden quedarse en casa y que están expuestos a aglomeraciones y poca ventilación en ambientes cerrados.

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