Por primera vez en Colombia, la población carcelaria hará parte del mercado de reducción de emisiones.
Con el programa de Resocialización, Vida y Vegetación (’Revive’), un proyecto de innovación social a nivel mundial de resocialización de personas privadas de la libertad que, a través de sistemas sostenibles y de restauración ecológica, incluye la implementación de sumideros de carbono, el país sigue con su propósito de cuidado ambiental.
De acuerdo con MinAmbiente, ‘Revive’ reducirá el CO2 del aire, contrarrestará los efectos del cambio climático y aportará al aumento de corredores biológicos para proteger la fauna y la flora.
El programa ‘Revive’, liderado por los ministerios de Justicia y del Derecho y de Ambiente y Desarrollo Sostenible, inicia con la adecuación de viveros en los centros penitenciarios y carcelarios, donde se genera el material vegetal que posteriormente será utilizado en predios aptos para su restauración, en especial en zonas degradadas que se convertirán en un gran corredor ecológico.
De acuerdo con Carlos Eduardo Correa, ministro de Ambiente, “‘Revive’ va en concordancia con las acciones que viene adelantando el Gobierno nacional para el cumplimiento de la meta de sembrar 180 millones de árboles en este cuatrienio, garantizando no solo restauración ecológica, sino la recuperación de los territorios”.
Igualmente, el ministro expresó: “Tengo la plena convicción de que Revive será exitoso, porque estamos hablando de vida, de sembrar, restaurar y conservar. Todo las entidades estamos trabajando en la lucha contra la deforestación”.
En este sentido, también se pronunció el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, quien afirmó que el cuidado estará a cargo de los privados de la libertad, quienes también se encargarán de las labores fitosanitarias y de la plantación, todo bajo coordinación técnica en un ejercicio de educación ambiental alrededor de la producción de material vegetal, establecimientos, mantenimiento, monitoreo y la cuantificación del carbono, generando así reducción de emisiones en el país.
El proyecto, además de tener un importante impacto social permitiéndole a la población carcelaria seguir trabajando en programas de restauración ecológica y disminuyendo la reincidencia en la comisión de delitos, será clave en la lucha mundial contra el cambio climático a través de la inversión en proyectos que reducen las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), permitiéndole al país participar en el mercado de reducción de emisiones.
Según el anuncio del ministerio, la meta para Colombia en este sentido es reducir el 51 % de sus emisiones al año 2030.
El aumento de los corredores biológicos ayuda a preservar la fauna y la flora regional en vía de extinción, disminuye la erosión y contribuye a la regulación de los caudales hídricos de las cuencas cercanas.
Este programa permite la reactivación económica porque genera empleos. Durante la construcción de los viveros, las personas privadas de la libertad van a crear capacidades para tener una fuente de trabajo, dijo Carlos Eduardo Correa.
El plan piloto del proyecto, que posteriormente se extenderá por todo el territorio nacional, se ubicará en el terreno donde se construirá el nuevo centro penitenciario ubicado en la vía que conduce al municipio de Tame, en el departamento de Arauca. Las personas privadas de la libertad tendrán el apoyo técnico y capacitación por parte de la Universidad Nacional y Corporinoquia para la realización del vivero y posterior siembra.
Por su parte, la Gobernación de Arauca ha dispuesto el terreno y la logística para el desarrollo de esta iniciativa, no solo en lo concerniente para la construcción de la cárcel, sino además, revisando predios de restauración ecológica en las cuencas de las diferentes fuentes hídricas.
Allí se construirá el primer vivero y se realizará la primera siembra fuera del centro penitenciario, de la mano de todas las autoridades locales que han participado, entre estas, la Gobernación de Arauca y Corporinoquia, fundamentales para el desarrollo de esta experiencia que espera ser modelo para el país y el mundo, y en la que se aspiran sembrar 190 hectáreas.
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