Actualmente la ciencia, la industrialización y el Gobierno nacional está comenzando a crear e implementar políticas de preservación de la naturaleza, pero esto no ha sido suficiente para que, en el caso de la selva amazónica colombiana, no haya minería ilegal, extracción petrolera, deforestación y ganadería extensiva.
De acuerdo con una entrevista para el periódico El Espectador que le concedió Gregorio Díaz Mirabal, director general de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, Coica, hace falta que el Estado tenga voluntad para que se realicen las acciones y procesos necesario para no se pierda la selva.
Una de las constantes problemáticas que se plantean desde occidente es que la búsqueda y el trabajo por el progreso de las diferentes administraciones va en contravía de lo que proponen y solicitan las diversas etnias ancestrales.
Sobre esto, Gregorio Díaz explicó en la entrevista que es mentira, ya que desde la Coica no se está en contra del desarrollo y de lo que sí están en desacuerdo es que para que se permita dicho progreso los indígenas deban dejar su territorio, y además las diferentes administraciones no los tengan en cuenta para crear alternativas dentro del plan de desarrollo de ca país que tiene una parte de la selva.
“Soy parte del Panel Científico por la Amazonia de la ONU y ellos aceptan que la selva de pie vale más que destruida. Ellos hablan de una teoría de la bioeconomía, nosotros decimos que tenemos una propia visión que puede ser parecida a la de ellos, pero no igual. Está en construcción esa propuesta. Pero para mí la economía actual es ecocida y etnocida, porque solo se basa en la destrucción de la naturaleza. El mismo panel de científicos ha explicado que el 80 % de la biodiversidad que existe está en la selva amazónica y la sexta extinción de biodiversidad se está presentando en territorio donde solo hay industrias. Los territorios más conservados del planeta son los indígenas”, añadió el director de la Coica.
Por otro lado, Díaz plantea que la selva amazónica se encuentra en un punto en que no hay retorno y lo que se decida y haga durante este año será crucial para el futuro del territorio selvático de Colombia y, por ende, de los países vecinos. Y, además, menciona que los tratados que hablan sobre proteger esta parte de la tierra no han sido ejecutados y los Gobiernos tampoco han permitido que los líderes indígenas propongan nuevas alternativas.
“Nosotros hemos hecho muchas propuestas a los presidentes y a los gobiernos, pero no tenemos ni una respuesta. Por ejemplo, el Pacto de Leticia o el Tratado de Cooperación Amazónica están implementados, pero no aceptan ninguna sugerencia porque ellos tienen su agenda que no va a cambiar”, añadió Díaz Mirabal.
Sobre el Acuerdo de París, el líder indígena considera que, aunque es el tratado más grande en materia de cambio climático, solo es un discurso político, ya que ningún Gobierno lo está cumpliendo. “Nosotros solicitamos hablar con los gobiernos de Ecuador, Perú, Colombia y Brasil, pero no quieren ni siquiera sentarse articular ideas”.
Además, Díaz plantea que las propuestas de estas administraciones se basan en la extracción de petróleo y minería, monocultivos y ganadería extensiva, y, que al comparar el plan de desarrollo con el Pacto de Leticia, no se encuentran similitudes sino, desde la agenda del Gobierno, se pretende seguir con todos estos tipos de proyectos de extracción.
Por último, el director de la Coica afirma que la llegada de la pandemia del COVID-19 no solo afecto la salud de los habitantes del Amazonas, sino también al entorno, ya que, según él, durante el año pasado se aumentó la deforestación en las selvas de Colombia, Perú y Brasil y que, además, se rompió el récord de derrames de petróleo, deforestación y minería ilegal en la selva.
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