Una docena de uniformados del Gaula de la Policía Metropolitana de Bogotá, se tomaron, en un operativo, la cárcel Modelo de la Capital y La Picota con el fin de encontrar elementos materiales que se vinculen a llamadas de carácter extorsivas.
De este modo lograron la incautación de 84 teléfonos celulares, 160 simcard, armas blancas de fabricación artesanal, memorias USB y varios carteles pegados en el techo en donde se podía evidenciar los nombres y números telefónicos de diferentes víctimas, entre comerciantes, ama de casa y empresarios a los cuales llamaban para exigirles ciertas cantidades de dineros que oscilaban entre los 100.0000 mil pesos hasta los 5.000.000 millones de pesos.
Además, en los carteles también especificaban los nombres y números de cuentas a donde debían consignar dinero las personas a quienes extorsionaban. El Gaula confirmó que los internos ocultaban en caletas, debajo del piso, los celulares con los que hacían las llamadas, además, se logró verificar que todos los equipos eran robados pero a los que se les había cambiado el serial.
El Mayor, Adrian Ramos, comandante del Gapula policia metropolitana de Bogotá, comentó a El Tiempo que,
“El Gaula hace dos allanamientos, en la cárcel modelo y en la cárcel picota, nos permitieron establecer que se estaban realizando llamadas desde los centros de reclusión para extorsionar a los habitantes de bogota y del país , gracias a la denuncia encontramos 84 celulares, 160 sim cards, además se logró saber que las llamadas de extorsión las hacían por 5 millones de pesos”, confirmó el uniformado.
Además, comentó que las sim cards estaban metidas en tarros de desodorante con doble fondo. Todas las cambiaban para que no les rastrearan las llamadas.
Los casos de extorsión telefónica que se han venido denunciando en el país van desde el ofrecimiento de falsas oportunidades de empleo hasta usar mensajes para pedir dinero en nombre de personas a las que les hurtan la identidad. La Fiscalía General de la Nación, en el último año, abrió investigación por 1.254 casos de extorsión carcelaria.
En las llamadas, que se realizan desde números desconocidos, hacen creer a las personas que algún familiar ha sido capturado y que, para su liberación, es necesario el desembolso de una suma de dinero. En otros casos, los delincuentes se hace pasar por grupos al margen de la ley y los amenazan para que les consignen.
Pese a la reducción en las cifras de este tipo de delitos, según anunció el Ministerio de Defensa el años pasado, del total de las 4861 denuncias por extorsión, la modalidad más frecuente durante la pandemia fue la llamada telefónica, con un 51%; a través de redes sociales, el 24%; personal, 22%, y panfleto, 3%.
La extorsión es uno de los delitos más frecuentes en Colombia, las ciudades más afectadas son Bogotá, Medellín y Cali. En cuanto a los departamentos, los más afectados por este flagelo son el Valle, Bolívar, Cundinamarca, Cauca, Antioquia y Córdoba.
En total se revisaron 200 celdas, además del registro de más 900 internos y 12 zonas comunes donde fueron encontradas algunas evidencias y material probatorio dentro de caletas.
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