La semana pasada, en el nuevo periodo legislativo, los congresistas presentaron las propuestas y proyectos de ley que se tramitará este año en el Congreso y entre ellas resaltó una que dio de qué hablar toda la semana: la senadora del partido del Centro Democrático, María Fernanda Cabal y el representante a la Cámara por el Valle, Christian Garcés, radicaron un proyecto que busca la reglamentación de las armas de fuego en ciudadanos, decisión que el Gobierno en diciembre descartó y dejó en firme que solo se le dará permiso a ciudadanos con casos especiales, tal cual lo decretó Juan Manuel Santos desde 2015.
Pues bien, este martes el politólogo Ariel Ávila calificó esta idea como “ridícula” en una columna de opinión publicada en el diario El País de España. El subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), inició explicando que la percepción de violencia y en Colombia han aumentado en los últimos años “en medio de un Gobierno que prometió mano dura, y que, supuestamente, era el indicado para mejorar la seguridad en el país. El deterioro se ha dado en sectores urbanos y, principalmente, en sectores rurales”.
Ávila califica a la xenofobia por la migración venezolana como un resultado de la percepción de inseguridad, ya que muchos colombianos han expresado su rechazo a esta población porque “se cree que esta población les está quitando los trabajos a los colombianos. El incremento de la xenofobia ha prendido las alarmas en todo el país”.
Es ahí donde califica la propuesta de María Fernanda Cabal como “ridícula”, aunque esta haya sido rechazada por el mismo presidente Iván Duque y por el líder del partido, el exsenador Álvaro Uribe Vélez. De hecho el politólogo enumera cuatro puntos claves en los que argumenta por qué no sirve esta iniciativa:
En primer lugar explica que “una pistola en escenarios rurales, donde operan grupos criminales, no sirve de nada y si promueve que estos grupos, por buscar armas, asesinen civiles, es decir, un arma en esos escenarios empeora la situación. La propuesta no sirve para disminuir la inseguridad”.
Luego dice que estas armas en casas pondrían en peligro a los niños, niñas y mujeres debido a los índices de violencia intrafamiliar. “Con la pandemia ha quedado demostrado que los hogares o las casas son sitios inseguros para las mujeres. Por ende, relajar las reglas del porte de armas aumentará los índices de feminicidios en el país”.
En tercer lugar el también analista político que tiene un programa en Canal Capital dice que a causa del crecimiento de organizaciones criminales y a la demanda de armas ilegales, esta sería una opción para que lleguen más instrumentos al mercado negro ya que haría más fácil su transporte.
Todas las armas en manos de grupos criminales, a excepción de las artesanales, en algún punto fueron legales, pero, también, en algún punto se les perdió el rastro. Al final, como el adagio popular, el remedio sale peor que la enfermedad.
Finalmente Ariel dice que en una sociedad como Colombia, con estos índices de violencia, no es recomendable armar a la población civil ya que se deben buscar soluciones pacíficas y mediadas por el Estado, además dice que el manejo de armas debe estar solo controlado por el Estado. “Se debe apuntar a un fortalecimiento institucional de los servicios de seguridad y justicia.”, concluye.
Por su parte, la senadora Cabal dice que esta es una solución a la inseguridad porque “los bandidos la pensarán dos veces antes de robar a alguien porque no saben si esa persona está armada”.
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