Edwar Puerta, reclutador de falsos positivos confesó que recibía pago mensual

Este martes 23 de marzo, desde el Centro de Reclusión Militar de Apiay (Meta), Edwar Puerta, condenado por la ejecución extrajudicial de dos personas en el Tolima, contó sus inicios reclutando a jóvenes para hacerlos pasar como objetivo militar.

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Bogotá. Soldados del Ejército de Colombia. (Colprensa - Diego Pineda)
Bogotá. Soldados del Ejército de Colombia. (Colprensa - Diego Pineda)

Este martes 23 de marzo, desde el Centro de Reclusión Militar de Apiay (Meta), Edwar Puerta, condenado por la ejecución extrajudicial de dos personas en el Tolima, en diálogo con W Radio contó sus inicios reclutando a jóvenes para hacerlos pasar como objetivo militar. Puerta, reveló que fue inducido a esa actividad criminal por miembros del Gaula Militar, uno de ellos, el soldado Duberney Lugo.

En la sentencia anticipada a 23 años de prisión en contra de Puerta, se devela el plan criminal que acabó con la vida de Heliodoro Parada Urueña y Cristian Camilo Rojas, quienes fueron llevados a la vereda Palmarosa en Ambalema, Tolima, mediante engaños para cometer actividades ilícitas y asesinarlos para presentarlos como resultados operacionales.

En la entrevista de este martes, el exmiembro de las Autodefensas señaló que le pagaron $3.500.000 por los dos falsos positivos. Además, recibía un sueldo mensual por encontrar las víctimas para llevarlas a parajes rurales con el fin de que los soldados les dieran de baja.

Según Puerta, el soldado Lugo le daba información y le presentaba a personas, “que les gustaba la plata fácil, ellos me daban todas las herramientas, me decían qué tenía que decir, cómo era el montaje que tenía que hacer, prestaban camionetas, me daban plata para comprar armas y ponérselas a los occisos. Tocaba mirar los sitios, todo fue planeado” detalló.

Por otro lado, la noticia de la recaptura de Luis Jhon Castro Ramírez, conocido como alias ‘El Zarco’, en febrero de este año, generó múltiples historias alternas respecto a su actuar criminal. Según las investigaciones que se adelantan en su contra, el hombre habría engañado y entregado a 19 jóvenes a hombres del Ejército Nacional para ser asesinados, uniformados y posteriormente, presentados como guerrilleros dados de baja: los denominados falsos positivos. Ante Noticias Caracol, familiares de las víctimas relataron la forma en la que el hombre se acercaba a los jóvenes.

Magledy Corrales Chalá, hermana de Jhon Eider Corrales, una de las víctimas de ‘El Zarco’, recordó la forma en la que el 6 de noviembre de 2007, en el corregimiento Villa Carmelo, a 40 minutos de Cali, el criminal engañó a su hermano y a otros dos jóvenes, presuntamente, les había ofrecido trabajo.

“Él (Jhon Eider) trabajaba en una empresa de estructuras metálicas de mi primo. Mi primo le había dado una semana para que él sacara sus papeles (....) en esa semana fue que este señor ‘Zarco’ lo contactó ofreciéndole un trabajo y le dijo que necesitaba 10 personas para cuidar una finca en el corregimiento de Villa Carmelo”, le contó Magledy a Noticias Caracol.

Castro, presunto reclutador de 19 casos de falsos positivos en la zona del Valle del Cauca y Tolima, actuaba en complicidad del Ejército Nacional, específicamente, con miembros adscritos a la compañía Córdoba 3 del batallón Jaime Rooke, en Ibagué, Tolima, de acuerdo con la investigación hecha por el informativo.

‘El Zarco’, en medio del desarrollo de su plan, y al darse cuenta de que tenía a los tres jóvenes convencidos para irse a trabajar con él, puso una cita con Jhon Eider para recogerlo y llevarlo a la supuesta finca que, con sus dos compañeros, tendría que cuidar.

El día de los hechos, el reclutador llegó a la casa de Jhon, y Deisy, la madre, atendió a la puerta, así lo relata Magdely, “le dijo: ‘¿está Jhon Edison?, sí, pero está durmiendo. Vamos a ir a hacer una vuelta, hágame el favor y me lo llama’. Ella lo llamó y mi hermano se levantó. Él estaba en el espejo afeitándose y el ‘Zarco’ le dijo que no se afeitara que se fuera así (...) Pensamos nosotros que como lo iban a hacer pasar por guerrillero, la persona tenía que estar barbada”.

Jhon emprendió su camino, cuenta Magdely, quien aseguró que ese fue el último día que vio a su hermano con vida. La trágica noticia de la muerte de Jhon llegó momentos después, gracias a un compañero que se había arrepentido de ir a la finca en donde les había prometido que tendrían un buen trabajo.

“‘El ayer se fue con nosotros, yo me devolví y, al parecer, ellos están muertos’, y dijo mi mamá: ‘no mi hijo no está muerto’; entonces él le respondió, ‘hay que ir a Medicina Legal a reconocer el cuerpo’”, le relató Magdely a Noticias Caracol.

En efecto, y para infortunio de la familia, el cuerpo de Jhon reposaba sin vida en la morgue: había recibido tres impactos de fusil por la espalda.

“A nosotros nos entregaron un uniforme de Policía, porque no era camuflado, un uniforme verde (...) a mi hermano lo asesinaron con la ropa que tenía puesta, le hicieron colocar ese uniforme”, continuó Magdely.

Bajo la confusión, y sin saber qué era lo que realmente había pasado con su hermano, la familia decidió tomar acciones legales meses después, en 2008, cuando salieron a la luz los falsos positivos de Soacha. La historia de esos jóvenes coincidía con la de Jhon, por lo que la familia dedujo que el hombre, de 28 años, había sido parte de esos llamados falsos positivos.

Luego de las investigaciones y de tener una idea de lo que había ocurrido con Juan Carlos, Jackeline le dijo al noticiero que un fiscal le contó a ella y a su familia que ‘El Zarco’ recibía $1.100.000 por cada hombre muerto.

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