Después de aportar información de un caso de corrupción por parte de la exembajadora Adriana del Rosario Mendoza Agudelo, el funcionario diplomático Nicolás Ávila Venegas es señalado de una presunta recepción de varios paquetes de drogas de diseño (NPS, o nuevas sustancias psicoactivas, en español) provenientes de Holanda.
Los señalamientos fueron enviados a través de una carta a la embajadora Alicia Arango el pasado 16 de marzo, y es firmada por Yannick Roulin, embajador de la misión permanente de Suiza ante las Naciones Unidas.
En él se sostiene que la dirección profesional de la misión colombiana fue utilizada para la “importación de esta mercancía ilegal” y que, al parecer, era una práctica realizada desde, al menos, 2019, cuando uno de estos paquetes fue interceptado por la aduana de dicho país.
Además se le puso al tanto a la embajadora Arango de la presunta recepción de casi 7 gramos de NPS, que habrían llegado a Suiza a finales del 2020, a nombre del diplomático.
De acuerdo con Revista Semana, Ávila Venegas no ha renunciado a su inmunidad diplomática en la misión, pero su condición no impediría que las autoridades suizas lo procesen por la recepción de estas sustancias de diseño.
Lo anterior se desprende del mismo documento enviado a Arango por las autoridades diplomáticas suizas:
“El ministerio público informa a la misión suiza que él renuncia excepcionalmente a solicitar el levantamiento de su inmunidad diplomática y que ha decidido así no entrar en materia. Pero recuerda, sin embargo, que el servicio de aduanas ya había interceptado un primer paquete dirigido a su nombre y al contenido análogo con fecha del 8 de abril de 2019”, dice la carta, que fue divulgada originalmente por Noticias RCN.
En la misma comunicación, le recuerdan a Arango de dicha situación si se presenta una nueva infracción: “Le agradecería que le recordara que llamo su atención sobre el hecho de que el ministerio público se reserva el derecho, en caso de nueva infracción, de solicitar el levantamiento de la inmunidad diplomática del señor Ávila Venegas y de proseguir con los hechos”.
Aunque la embajadora Arango no se ha pronunciado sobre este tema, Semana sostiene haberse comunicado con el funcionario Nicolás Ávila para conocer su versión de los hechos por los que es acusado.
Ávila afirmó que dará a conocer su respuesta en próximas horas, pero recalcó que los señalamientos son una retaliación por las denuncias realizadas contra la exembajadora Adriana Mendoza, a quien la Procuraduría investiga por corrupción en este mismo país, al utilizar los gastos de representación para su beneficio personal.
Este es el documento dado a conocer por Revista Semana.
Las cifras del despilfarro
En mayo de 2020, el portal Cuestión Pública reveló una investigación que evidenciaría la vida “de maravillas” que se dio Mendoza Agudelo en Ginebra, la costosa ciudad suiza en la que debe ejercer sus funciones.
Según determinó el medio, invitaba con dineros del Estado a subalternos e, incluso, al entonces canciller Carlos Holmes Trujillo. Según la investigación, una invitación a una de sus subalternas, que hizo pasar como un gesto personal, fue pasada como un acto oficial y costeada con dineros de los impuestos de los colombianos. Dicha comida, que incluyó botella de vino y postres, sumó 175.50 francos, lo que equivaldría a cerca de 600 mil pesos colombianos. Es decir, cerca del 68% de un salario mínimo para 2020.
Cuando el entonces canciller Trujillo viajaba a Ginebra, no faltaba en visitar a la embajadora del país en la capital suiza. A finales de 2019, almorzó con Mendoza en una invitación que le hizo junto a otros funcionarios de dicha institución que pasó como gasto de representación
Cinco días después, hubo otra invitación de Mendoza a Trujillo que, con botella de vino incluída, le costó al país 1.486.000 pesos al cambio.
El mismo medio reveló también los precios elevados de los muebles que Mendoza pidió a la Cancillería de Colombia para su residencia. Primero, solicitó 34 millones de pesos para los mismos y después, como objetos faltantes, pidió un total de 72 millones de pesos para culminar la renovación de muebles. Entre las necesidades, Cuestión Pública determinó que se encontraba una plancha de ropa de 500 euros, es decir, 1.864.385 pesos para esa época.
Entre los objetos más escandalosos está una camioneta BMW X3, a nombre de la embajadora, la cual compró sin IVA por pasarla como una compra para la Misión Diplomática de Colombia ante la ONU en un caso de posible fraude ante las autoridades suizas.
Si bien esta denuncia se hizo pública el año pasado, hasta ahora el Ministerio Público toma la determinación de indagar en los hechos para comprobar la inocencia o culpa de la embajadora.