El principal objetivo que tiene la implementación de los buses eléctricos es reducir los contaminantes atmosféricos para mejorar el aire en las diferentes ciudades. Según el Ministerio de Ambiente, la emisión de PM2.5, material particulado fino, aumenta en Colombia a 8.398 toneladas cada año, de las cuales el 28 % se le atribuye al transporte público.
Desde la administración de Cali no se ha realizado ningún estudio en el que se evalúe las emisiones de CO2 y la contaminación que genera el transporte en la ciudad. Pero el último registro fue en 2019 y en este se estableció que había una reducción de 188.366 toneladas de CO2 con la llegada de los primeros buses eléctricos.
Por parte de la capital antioqueña, según el Ideam, ha estado entre las ciudades con el aire más contaminado del país. En un informe de 2019 que realizó la Contraloría General de la ciudad se mostró que la mayor fuente de contaminación son las emisiones que se producen por la quema de combustibles, los cuales son utilizados por los vehículos automotores.
Actualmente, en Cali hay 35 buses eléctricos y 24 buses de gas natural vehicular, de una flota total de 906. Mientras que en Medellín hay 69: 64 buses que forman parte de la Línea O, cuatro alimentadores de la Cuenca Tres y un articulado.
Con la campaña “Transporte de Medellín Adelante”, se espera que haya una renovación de las flotas y que, para finales de 2023, se cuenten con 130 vehículos eléctricos, logrando así que con el aumento de buses, según la Secretaría de Movilidad, se pasarían de 3.952 toneladas de CO2 en 2020 a 3.446 en 2023, así como una emisión de 85 kilogramos de PM2.5 menos.
Metroplús fue la empresa que se encargó de adquirir los primeros 64 buses eléctricos por un valor de $75.000 millones. Esta empresa también se encargó del desarrollo la obra civil necesaria, incluidos 27 paraderos.
Aunque la compra de buses eléctricos es más costosa, dentro de los análisis que se han realizado en la Secretaría han llegado a la conclusión que el costo en mantenimiento es muy bajo y se eliminaría el gasto de la compra de diésel.
De acuerdo con información del periódico El Espectador, Pedro Buitrago, jefe del área de Buses del Metro de Medellín, quien se ha dedicado a indagar sobre el futuro del transporte en la ciudad, afirmó que se espera reemplazar los primeros articulados de gas natural vehicular que terminarán su vida útil entre 2024 y 2025, para luego ser remplazados por vehículos eléctricos.
La reposición de las licitaciones sería en 2027. “En Colombia tenemos una ventaja, la mayoría de energía se genera a través de hidroeléctricas, entonces sabemos que es una cadena limpia, desde que se genera la energía hasta que pasa a los buses”, afirmó Pedro Buitrago.
Por el lado de la capital vallecaucana, se espera que dentro de cuatro años haya un 10 % de buses eléctricos. “Según la Ley 1974 de 2019, debemos cumplir con ese requisito, para 2027 ya debemos tener el 20 % y de este modo, para 2035, tendríamos una flota de buses eléctricos”, informó Óscar Ortiz, presidente de Metrocali.
Desde el estudio de Metrocali evidenciaron que encuentra que los buses eléctricos no emiten ruido y tampoco contaminan, mientras que los de gas reducen la contaminación en un 98 % y producen un 30 % menos de ruido, comparados con los que funcionan con diésel.
Para este año, se esperaba la llegada de 39 buses más, pero la pandemia del covid-19 causó que la producción se viera afectada y que el concesionario no cumpliera con el acuerdo. A pesar de esta situación, Óscar Ortiz pretende que para el próximo año haya un aumento en la flota, en la que se necesitan 367 buses duales complementarios, y que una parte de estos sean eléctricos.
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