Después de rechazar la recusación de la defensa jurídica del Estado colombiano a cinco magistrados del tribunal internacional, la Corte IDH continuará las audiencias para decidir si condena a la nación por los hechos cometidos en contra de Jineth Bedoya en el año 2000.
La acción de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado colombiano, liderada por el abogado Camilo Gómez, retrasó las audiencias que estaban programadas para los pasados días 16 y 17 de marzo. Sin embargo, la Corte IDH decidió que no eran procedentes y el caso continuará, aún con la ausencia de los representantes de Colombia.
En esta nueva audiencia, los magistrados del tribunal interamericano escucharán a los testigos, ambas partes podrán preguntar, así como los comparecientes tendrán la posibilidad de exponer sus peticiones a la Corte IDH. De acuerdo con El Tiempo, después de este proceso, la sala se tomará un tiempo para determinar las sanciones y reparaciones pertinentes.
De acuerdo con su abogada, Viviana Krsticévic: “Si el Estado no se sienta, igual el proceso sigue. Hay pruebas en la etapa de la Corte, lo que falta son dos declaraciones de peritos y el alegato. El Estado haría mal en no sentarse y la Corte recuerda que muchos estados que han cuestionado a los jueces, como en Venezuela con el caso de Leopoldo López, vuelven a sentarse en la mesa y continúa el proceso”, indicó en su momento a RCN Radio.
En esta segunda sesión, se esperan las declaraciones de los testigos faltantes, los peritos y los alegatos de las partes. Pese a que la recusación generó malestar tanto en Bedoya como en sectores políticos del país, la audiencia le otorga la oportunidad al Estado Colombiano de presentar sus alegatos ante la Corte IDH.
Después de surtido este proceso, los jueces de dicho tribunal entrarán en deliberaciones por un tiempo aún no definido: se habla de semanas e incluso de meses para la emisión de un fallo en el asunto.
Luego del éste, si es favorable para la periodista, se ordenará al Estado Colombiano reparar a Bedoya.
Una de las peticiones de reparación solicitadas por la periodista ante el alto tribunal fue la clausura definitiva de la Cárcel La Modelo, en Bogotá, de donde ella fue retenida a las afueras por un comando paramilitar.
En declaraciones recogidas por El Tiempo, diario para el que Bedoya realizó la investigación que por poco costó su vida, afirmó: “Algo que para mí sería reparador es que ese lugar, donde se inició todo, donde empezó este ciclo de terror, se pueda cerrar. Me refiero a que clausurar la cárcel La Modelo, donde no solo se cometió un hecho de violación de derechos humanos contra mí, sino donde sistemáticamente se han cometido todos los tipos de violaciones de derechos humanos desde hace décadas, sería realmente una reparación efectiva”.
Jineth Bedoya ha sido objeto de dos atentados contra su integridad física y mental en su labor como periodista: el primero, caso prueba en la audiencia virtual a realizarse en las próximas horas, fue orquestado por paramilitares con la intención de frenar una investigación que la periodista realizaba sobre tráfico de armas.
El segundo, ocurrido en 2.005, mientras trabajaba para El Espectador, fue la retención forzosa ejecutada por una célula de las Farc, que la liberó después de la presión del diario para el que trabajaba y la sociedad civil.
Según la demanda presentada por Bedoya, el Estado tuvo conocimiento de la situación de riesgo real e inminente en que se encontraba y no adoptó medidas entendidas como razonables para protegerla, en el marco de un contexto generalizado de violencia sexual contra las mujeres en el conflicto armado colombiano.
En las audiencias han sido escuchados colegas de Jineth Bedoya, como Ignacio Gómez y Jorge Cardona, quienes trabajaron con ella en El Espectador, así mismo amenazados de muerte en 2005.
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