Mientras se movilizaban por la vereda la Silla, zona rural de Tibú, en Norte de Santander, en la mañana del sábado 20 de marzo, un menor de 14 años y su abuelo, de 50, resultaron gravemente heridos tras pisar una mina antipersona. El menor, según reportes de las autoridades, perdió sus dos pies, mientras que el adulto mayor sufrió otras graves heridas en diferentes partes de su cuerpo.
Inmediatamente ocurrieron los hechos, la Segunda División del Ejército Nacional, presente en la zona, ofreció los primeros auxilios a las dos personas, y los llevaron al Hospital Regional del Norte del Tibú, en donde tuvieron que ser intervenidos tras la detonación.
“Se hizo una tarea muy grande entre el CRUE (Centro Regulador de Urgencias y Emergencias), y la ESE Norte del Hospital de Tibú, para lograr trasladar a estas personas de manera helicoportada a la ciudad de Cúcuta, y lograr su atención de manera rápida y oportuna”, manifestó el director Instituto Departamental de Salud IDS en Norte de Santander, Carlos Arturo García, en un diálogo con Caracol Radio.
El siniestro, que mantiene a los dos ciudadanos bajo cuidados médicos, también generó, según explicó la secretaria de Gobierno del Norte de Santander, Taiz del Pilar Ortega, la activación de la ruta con el alto Comisionado para la Paz para hacer frente a los hechos violentos. Además, según la funcionaria, que también habló para la emisora, la familia de los heridos está siendo permanentemente acompañada.
“Las autoridades en el departamento ya realizaron acercamientos con la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) con el propósito de activar la ruta de atención para las víctimas de minas antipersona y así atender la situación con prontitud”, dijo Ortega.
De acuerdo con el coronel Ilvar González Villamil, comandante de la Brigada 30 del ejército Nacional, el ELN sería el responsable de la plantación de estos explosivos artesanales, con los que “pretenden afectar a unidades militares y población civil”.
La tragedia ha rondado a la familia del menor y de su abuelo desde hace un tiempo, según explicó la alcaldesa de Tibú, Corina Durán. En junio de 2020, relató la mandataria local, en un diálogo con RCN Radio, uno de los hermanos del menor herido por la mina fue asesinado por grupos armados, además, su familia hace parte de los cientos de desplazados que deja la violencia en la ruralidad.
“Lamentablemente en esta vereda, el conflicto armado sigue originando desplazamientos, asesinatos a líderes sociales y hoy se registra esta tragedia con una familia campesina (...) envío un llamado a los grupos armados, no vincular a la población civil con la instalación de campos minados, realizar un cese de hostilidades en esta zona rural de Tibú”, manifestó Durán quien, a su vez, le solicitó ayuda al Gobierno nacional, a manos del presidente Iván Duque. Para la alcaldesa es necesaria la inversión social por parte del Estado, “no nos deje solos en estos momentos, en donde la violencia cada día toma fuerza”.
En la vereda la Silla, en donde el menor y su abuelo resultaron gravemente heridos, la alcaldesa y los habitantes aseguraron que se han venido presentando enfrentamientos entre el Eln y los Rastrojos. De acuerdo con las autoridades, el intercambio de hostigamientos tiene que ver con la necesidad que tiene cada grupo armado, al margen de la ley, para dominar las plantaciones de coca y el procesamiento de la misma, y para reforzar la producción, el transporte, y la negociación de la sustancia narcótica.
“Estamos muy preocupados, al salir de nuestras casas porque se escucha el rumor de la instalación de campos minados en la zona, hay niños que salen a jugar, mujeres embarazadas y no queremos más dolor en nuestra vereda”, le dijo a RCN, Carlos Ramírez habitante de la vereda.
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