El Jardín Botánico celebró el Día Internacional de los Bosques con la siembra de árboles en diferentes zonas de Bogotá, de la mano con la habitantes de dichos sectores y el paoyo de la Reserva Thomas van der Hammen, el Parque Metropolitano Bosque San Carlos y el Parque Carimagua, en las localidades Rafael Uribe Uribe y Kennedy.
El encuentro se realizó a las 10:00 a.m. de este domingo, 21 de marzo, en el que las comunidades y el Jardín Botánico se encontraron en el Bosque San Carlos y, sobre la 1:00 p.m. , la plantación se trasladará al parque de la Carrera 78 con calle 38 C sur, del barrio Carimagua.
En este día de siembra, se plantarán especies como chicalá rosado y amarillo, roble, caucho Tequendama, cariseco, cedro, milflores, sauce y sangregado, todas ellas seleccionadas por el Jardín Botánico, en los que se tuvieron en cuenta criterios técnicos alineados con las características de los suelos y microclimas de estas zonas de la capital. El barrio Carimagua de Kennedy, es una de las zonas postuladas por la ciudadanía en el marco de la iniciativa #JBBYoQuieroMIÁrbolEn.
La directora del Jardín Botánico de Bogotá, Martha Liliana Perdomo, destacó que: “Bogotá Reverdece de la mano de la comunidad, pues estamos convencidos que sin participación ciudadana activa ningún esfuerzo sería suficiente, pues solo quien conoce y valora su entorno sabe la importancia de contar con más y nuevos bosques urbanos en una ciudad que día a día enfrenta nuevos retos por la calidad de su ambiente y la salud de sus habitantes”.
Esta iniciativa coincide con el reciente reconocimiento obtenido por Bogotá para hacer parte del Programa ‘Ciudades Arboladas del Mundo’ de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida como FAO por sus siglas en inglés, y la Fundación Arbor Day.
Según la FAO, las ciudades con esta membresía están comprometidas con el cuidado y el manejo de los árboles teniendo en cuenta que la mayor parte de la población habita en ellas y prestan servicios ecosistémicos vitales.
Bogotá cuenta con tres tipos de bosques nativos:
El bosque andino, caracterizado por arbustales y árboles que logran alcanzar una altura de hasta 10 metros, con especies como cedro, roble el garrocho, pino colombiano, manzano de páramo, ciro, encenillo, laurel chaquiro, tuno esmeraldo, hayuelo, arrayán, mano de oso, raque, cucharo y el mortiño, que se pueden encontrar en el Cerro de la Conejera y los cerros del sur en el Parque Entrenubes y el bosque de la Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental de Bogotá.
Bosque semiseco, caracterizado por vegetación baja de matorrales, con algunos pajonales, que se encuentran en límites del Distrito con el municipio de Soacha y Mosquera, en las áreas rurales de la localidad de Ciudad Bolívar, Tunjuelito y Bosa y el Parque Ecológico Presa Seca Cantarrana, en la localidad de Usme.
Bosque inundable de la Sabana asociado a zonas de humedales, este bosque es característico del Humedal la Conejera y el Bosque Las Mercedes, en la Reserva Thomas van der Hammen, considerado el último relicto de bosque primario de planicie inundable de la Sabana de Bogotá.
Importancia ambiental de los bosques de la capital
Son refugio de la flora y fauna, son sitios de alimentación y anidamiento de diversas especies y brindan hábitat para importantes especies nativas y endémicas de Bogotá.
Aportan a la provisión y regulación del agua, la interacción de las coberturas boscosas con la lluvia regula ciclo hidrológico minimizando los impactos de periodos de inundaciones y sequías.
Captan contaminantes como el CO2 (GEI) y el PM.
Generan sombra y ayudan al confort térmico.
Reducen las islas de calor urbanas.
Son hábitat de una amplia cantidad de especies vegetales, tanto endémicas como nativas (entre ellas muchos arbustos, líquenes y musgos, organizados verticalmente en al menos cuatro estratos de vegetación), así como de muchas especies de mamíferos, insectos, anfibios, aves y reptiles.
Reducen la escorrentía superficial y permiten la infiltración, bajando las probabilidades de inundación.
Porque aportan gran cantidad de agua a los afluentes hídricos, gracias a que se especializan en la captación y regulación de agua. La seguridad hídrica del país depende, no solo de los páramos, sino de los bosques.
Porque protegen de la erosión y previene deslizamientos de tierra.
Porque cumplen una importante tarea an la mitigación y adaptación Climática (sumideros de CO2).
Porque son fuente de alimento y son área clave para la nutrición y la salud.
Ayudan a regular procesos de erosión y remoción en masa especialmente en zonas de alta pendiente como son los Cerros Orientales aportando a la prevención y mitigación de desastres como los deslizamientos.
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