Por medio de una carta, diez de los 12 concejales de la bancada de la Alianza Verde en Bogotá enviaron un llamado a la alcaldesa Claudia López solicitando la protección de las zonas verdes existentes en la capital colombiana. El problema surge a causa de las talas de árboles que se están presentando con motivo de la ampliación del sistema TransMilenio en la ciudad.
El documento comienza por señalar que, “la bancada de la Alianza Verde respalda por convicción la meta de reverdecer a Bogotá, que es uno de los derroteros del Plan de Desarrollo de la administración de la alcaldesa Claudia López. Este propósito no solo responde a la necesidad imperiosa de enfrentar la crisis climática, sino también a una visión que protege y valora la biodiversidad y reconoce la importancia de la justicia ambiental en la ciudad”.
A continuación, advierten que es necesario no solo crear nuevos espacios verdes en la ciudad, sino proteger los existentes, para lo que señalan que la administración distrital debe mejorar le diseño urbano de las obras que se encuentra adelantando y comprender que la tala de árboles debe ser el último recurso en materia de infraestructura. En otras palabras, piden adaptar las construcciones a las condiciones medioambientales de la ciudad.
Los concejales se refieren específicamente a la ampliación de la estación de TransMilenio de la Transversal 95, así como de la calle 68 —donde la alcaldía ya ha propuesto levantar una nueva troncal del sistema masivo de transporte— y la Calle 100.
El primero de estos ha sido uno de los más mediáticos: el pasado 4 de marzo se supo que la Secretaría Distrital de Ambiente dio el visto bueno para talar 28 árboles de ese sector en la troncal Suba, lo que provocó las protestas de un grupo de jóvenes ambientalistas bogotanos que se mostraron en total desacuerdo con la decisión, bloqueando el carril exclusivo del sistema de transporte masivo de la avenida a la altura de la transversal 91.
Los jóvenes señalaron por esos días que, “estos árboles son importantes para todos, empezaron a talar sin ningún plan, el contratista pagó a la Alcaldía, pero no sabemos dónde está la compensación. Aparte de esta, son varias estaciones que tendrán tala”.
A ello, la secretaria de Ambiente Carolina Urrutia respondió que, por las talas se realizaría una compensación a cargo del Jardín Botánico de Bogotá, mientras que el tratamiento silvicultural de los árboles estará a cargo del IDU, a la par que las autoridades locales socializan el proyecto con las comunidades que rodean las plantas retiradas.
No obstante, los concejales bogotanos señalaron que, la administración actual debe asumir “la adopción de técnicas innovadoras en el tratamiento silvicultural, la concertación con las comunidades aledañas a las zonas de intervención”. De igual forma reconocen que, uno de los principales avances en esta materia a nivel distrital es la desaparición de la figura de ‘nuevo diseño paisajístico’ que, aseguran, solo era usado para justificar talas por razones estéticas.
Con todo, los cabildantes solicitaron “acciones coordinadas entre las entidades distritales y la ciudadanía para detener, mitigar y compensar el impacto negativo que han suscitado las intervenciones de la ampliación de la estación de TransMilenio de la Transversal 95, así como de la Avenida 68 y la Calle 100”. El objeto de las mismas, concluye la misiva, no es otro más que el de darle un lugar protagónico a la participación de los bogotanos para recuperar su confianza.
Aunque la administración local no se ha referido a la misiva, si se sabe, desde el pasado 9 de marzo, que el IDU había informado que la compensación constará de “la plantación de 57 árboles, en cinco sitios del entorno de la estación, así: dos franjas en el costado sur; dos franjas en la Avenida Suba, entre las carreras 97 y 99 y una franja al costado norte, sobre la carrera 93”.
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