Nuevo panfleto amenazante causa zozobra entre comerciantes en Barranquilla

Algunas de las personas que recibieron él comunicado intimidatorio se han ido del país por miedo a que la hagan efectiva. Autoridades de la ciudad caribeña negaron su veracidad

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Panfleto con amenazas a comerciantes
Panfleto con amenazas a comerciantes de Barranquilla. Foto: Archivo particular

Luego de que el miércoles se hallara en la cárcel de Combita (Boyacá), en el centro del país, que el señalado delincuente Otón Alfredo Peralta Estupiñán, sindicado de ser el jefe criminal de la banda ‘Los costeños’, seguía extorsionando desde la prisión a comerciantes en Barranquilla (Atlántico), en el Caribe colombiano, se conoció un nuevo panfleto con el volvieron a intimidar a las personas que tienen establecimientos en el suroriente de esa ciudad en el norte de Colombia.

El periódico El Heraldo, de la capital atlanticense, informó que el panfleto está circulando en redes sociales y allí especifican el nombre y las direcciones de los amenazados, que son algunos comerciantes de los barrios El Limón, Las Palmas y Galán.

La comunicación intimidatoria la firman supuestamente ‘Los costeños’ y allí les dicen a los amenazados: “Comuníquense urgentemente o atacamos”.

En el diario barranquillero indicaron que el panfleto está circulando desde el 6 de marzo, luego de que fuera asesinado el administrador de un negocio de comidas rápidas que se ubica en el barrio Galán, y quien fue identificado como Felipe Negrete Sánchez, por lo que el temor reina entre los comerciantes de esa zona de la ciudad.

En la información que obtuvo El Heraldo, las personas que recibieron la intimidación serían allegadas al hombre asesinado, por lo que se habrían ido de sus hogares por temor a que se hagan efectivas las amenazas. Incluso algunos se fueron del país por esta razón.

La zozobra aumentó entre estas personas, ya que luego de que apareció el panfleto, colgaron unos tenis en los cables de electricidad de la zona, lo que significaría según los habitantes, que ese sector es de alta peligrosidad.

Además, hace pocos días fue baleada por hombres desconocidos la casa de una de las personas que es mencionada en el comunicado intimidatorio, según contaron otros residentes de la zona al diario barranquillero.

Incluso les señalaron que a altas horas de la noche se pueden ver hombres rondando la zona comercial en motocicletas, que al parecer van en la búsqueda de personas, por lo que hay más incertidumbre entre las víctimas de las amenazas.

El Heraldo consultó con el comandante de la Policía en Barranquilla, el general Diego Hernán Rosero, quien descartó que el panfleto fuera veraz y que se trataría de personas que quieren lucrarse haciéndose pasar como integrantes de ‘Los costeños’.

“Tuvimos acceso a este panfleto que circula por las redes sociales y de inmediato nuestro grupo de inteligencia hizo un análisis y se dio cuenta de que carece de toda veracidad”, afirmó el general en el medio caribeño.

El oficial reiteró que la autoría del comunicado intimidatorio sería de una persona que no pertenece a esa estructura criminal.

“Se trata, de pronto, de alguna persona sin oficio, sin trabajo, con deseos de asustar a la comunidad”, sostuvo el general Rosero.

No obstante, el comandante de la Policía en esa ciudad indicó en el diario barranquillero que se reforzó la vigilancia en esa zona comercial.

“La Policía ha dispuesto de unos patrullajes más intensos en estos barrios y la posibilidad de que si hay información que surja alrededor de este panfleto estamos dispuestos a escucharla. Pueden estar tranquilos, que los estaremos cuidando”, aseguró Rosero.

El miedo de estas personas no sería infundado teniendo en cuenta que el miércoles le hallaron a alias Otón 20 celulares con los cuales continuaba con su practica criminal de extorsionar comerciantes, empresarios y ganaderos alrededor del país, desde la prisión.

Las amenazas las estarían realizando desde el centro carcelario con información que manejaban los delincuentes en un cuaderno en el que estaban registrados los números de celulares, direcciones e incluso mapas de las fincas de las víctimas. Todos estos elementos estaban escondidos en las paredes de las celdas, según la información de la policía de Tunja que apoyó la intervención en la cárcel de Combita.

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