En agosto de 2020 se dio el primer crecimiento considerable de contagios en Colombia cuando se registraron de 11.000 a 13.000 casos diarios y que empezaron a descender hacia finales del mes, llegando a las 300 muertes en su momento más crítico. Hacia el 15 de diciembre empezaron a subir los casos llegando al segundo pico de contagios en enero, el cual fue incluso más mortal que el primero porque acá se superaron las 390 muertes en algunos días y con cifras de contagios que superaban los 16.000.
Pero al igual que en otros países del mundo, al parecer es inevitable un tercer pico que se pronostica para después de Semana Santa. Según Herman Bayona, presidente del Colegio Médico de Bogotá en diálogo con Noticias Caracol, “nos encontramos en un riesgo muy importante porque estamos muy cerca de una nueva ola, un nuevo pico de pandemia, muy similar a lo que le está pasando a otros países latinoamericanos y a otros países en el mundo”.
El experto se refiere a que Chile, el país que más vacunas ha puesto por 100 habitantes y donde ya ha inmunizado al menos al 33 por ciento de su población llegando a los 5 millones de habitantes con, al menos, la primera dosis. Teniendo en cuenta que el país cuenta con 19 millones de personas, es un logro para un país sudamericano esta cifra, pero esto no los ha eximido de un nuevo pico de contagios y de una ocupación de UCIs al 95 por ciento. Para Bayona, que Colombia apenas llegue al 0,06 por ciento de vacunados con las dos dosis es un panorama más difícil.
“El proceso de vacunación ha generado una falsa seguridad en la población y hemos visto cómo se han relajado todas las medidas de bioseguridad en los núcleos familiares, en los comercios, pero también en los sitios de trabajo”, aseguró al Canal. Agregando que en Semana Santa se puede llegar a una interacción social parecida a la de diciembre por lo que puede tener un impacto unas semanas después en las camas UCI que están, al menos en Bogotá, en el 60,2 por ciento.
De hecho, Luis Jorge Hernández, epidemiólogo consultado por Blu Radio dice que en la Candelaria, Chapinero y Teusaquillo, tres de las localidades más importantes de Bogotá, podría verse ya un crecimiento en la transmisividad: “Hay que hacer una vigilancia más fina de la que estamos haciendo. No se puede bajar la guardia, hay que seguir haciendo seguimiento a contactos. Vamos a seguir teniendo oleadas manejables, hay que seguir con tapabocas, no reuniones familiares ni religiosas.
Por su parte la Silla Vacía consultó a expertos en modelos matemáticos y epidemiólogos que concluyeron que una tercera oleada de casos podría llegar pero no con la misma magnitud, dependiendo del ritmo de la vacunación. La epidemióloga Isabel Rodríguez le dijo al medio que los casos registrados últimamente (4.000 diarios en promedio) podrían evidenciar que hay menos personas susceptibles al virus y que, aunque es muy rápido afirmarlo, se atrevería a decir que en la segunda ola en enero Colombia llegó al 45 por ciento de infectados.
La experta dice que Colombia podría llegar a vacunas a los mayores de 80 años antes de Semana Santa lo que podría hacer caer la letalidad en un 25 por ciento.
Por otro lado también se revisa que, aunque en Colombia solo se conocen casos de la cepa brasileña, la cual no se ha expandido en el país por la contención que ha tratado de hacer el Gobierno, al menos en datos oficiales, sí podría afectar este nuevo pico en aumento de casos, aseguró Andrés Rangel, también epidemiólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.
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