Los padres de Lisbeth Castro Padilla, la niña de trece años que murió envenenada en Mompox, Bolívar, revelaron que la menor no pudo ser trasladada a Medicina Legal para realizar la biopsia correspondiente porque no cuentan con los recursos. Las autoridades detallaron que la familia no permitió este proceso porque la sede más cercana de la entidad está ubicada en Magangué, a hora y media de San Fernando, municipio donde habita la familia, por lo que se les dificulta realizar el traslado.
“Los familiares de la occisa no permitieron el traslado del cuerpo al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses manifestando que no contaban con recursos económicos para ir a reclamarlo, se le pone en conocimiento a la personería municipal y fiscal en turno dejando las respectivas constancias”, se lee en el informe de la Policía acerca del caso.
Cabe recordar que, para que la menor, y otros cinco miembros de su familia que también resultaron intoxicados con el veneno, pudieran ser atendidos por los médicos, un vecino fue quien los trasladó hasta el hospital. Según la versión revelada hasta el momento, esta persona llegó a la casa de los Padilla y se percató del delicado estado de los integrantes de esa familia, los subió rápidamente a su vehículo y los trasladó hacia Mompox, a 20 minutos de San Fernando.
El vecino llevó a toda la familia hacia el Hospital La Divina Misericordia, donde atendieron a los afectados sin saber qué era lo que había causado la intoxicación de todos. Tras unos minutos de haber ingresado al centro médico, Lisbeth falleció.
Actualmente el resto de la familia se encuentra hospitalizada en la UCI del lugar a la espera de presentar mejoras en su estado de salud. Los médicos han logrado estabilizar a los demás familiares, menos al hermano más pequeño, quien está presentando síntomas graves.
Aunque la situación se dio a conocer recientemente, todo inició el pasado 15 de marzo, cuando, según cuenta la familia, Lisbeth se dispuso a hacer el almuerzo en la casa de los Padilla. La menor preparó un arroz con pollo y, en lo que sería una confusión, usó un insecticida que se encontraba en la cocina como aceite de cocina. Tras consumir la comida preparada con el veneno, la niña; su abuelo, Pedro Rangel Padilla, de 69 años,; sus dos hermanos Manuel Castro Padilla, de 10 años, y Patricia Padilla Mejia, de 12 años; y su tía empezaron a vomitar y perder la conciencia dentro de la vivienda.
A pesar de esta declaración, la Policía de Mompox aseguró que se encuentra investigando la situación para determinar si, en efecto, todo se trató de un trágico error.
<b>No es la primera vez que alguien confunde insecticida con aceite de cocina</b>
Por más improbable que parezca, confundir un veneno con el aceite de cocina puede suceder y no solo a menores de edad. En noviembre del año pasado, en El Guamo, Bolívar, un hombre de 27 años falleció tras presentar signos de intoxicación.
Según las autoridades, el hombre identificado como Luis Alfredo Vergara Ramos, se encontraba en la finca El Chimborazo departiendo con otras tres personas, una de ellas encargada de preparar la comida. Las cuatro personas que se encontraban en la finca se intoxicaron; sin embargo, fue el hombre de 27 años quien falleció antes de llegar al centro médico. Los profesionales de la salud determinaron que los pacientes habían consumido insecticida y se concluyó que quien preparó el arroz, confundió el veneno con aceite de cocina.
Pero este no es uno de los casos más graves conocidos en el país. En el año 2015, durante el desarrollo de un velorio en la comunidad Potolo, del distrito rural 8 de Sucre, 48 personas resultaron intoxicadas después de haber consumido unos alimentos preparados por una cocinera del lugar.
Según el reporte del medio La Opinión para esa fecha, la cocinera preparó la comida con folidol, que es un insecticida tóxico, en lugar de aceite. A pesar de que hubo múltiples intoxicados de diferentes edades, en este caso las 48 personas lograron sobrevivir.
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