Este jueves 18 de marzo, El Espectador y Blu Radio conocieron el expediente de la Fiscalía del caso del expresidente Álvaro Uribe Vélez por falsos testigos. Según ambos medios de comunicación, en el documento la Fiscalía no tuvo éxito en determinar o descubrir información valiosa en las tarjetas sim decomisadas a Monsalve y con las que hablaba por teléfono desde la Cárcel la Picota.
La Fiscalía estaba obsesionada con las tarjetas de telefonía celular desde el 12 de enero de 2021, cuando Jaimes -quien es cercano a Ordóñez y al Centro Democrático- pidió de manera urgente al CTI ir hasta la cárcel La Picota, para recuperar los elementos que el Inpec decomisó a Monsalve en 2020.
En la diligencia del CTI, a Monsalve se le decomisaron $152.000, un celular y un computador, elementos que ya habían estado en poder de la Corte Suprema de Justicia, por lo que el único elemento nuevo eran las sims
Según la investigación periodística, Jaimes puso a un investigador de delitos informáticos para que accediera a los datos y la información del testigo clave contra Uribe.
En el informe del 8 de febrero, el investigador sentenció que en las tarjetas no había información relevante, solo había 392 contactos.
Puede solicitar a la empresa prestadora de telefonía celular que informe el número telefónico que tenían adjudicados las tarjetas Sim, (…) puede requerir: datos biográficos, llamadas entrantes, salientes, mensajes de texto y de voz.
Debido a esto, el fiscal pidió, previa autorización de un juez de control de garantías, que tres investigadores del CTI iniciaran la recopilación de información a los tres operadores móviles.
Según El Espectador, las compañías dijeron que no tenían registros sobre las sim en sus bases de datos y solo dos empresas reportaron algo de información.
Por parte de Movistar, dos de los números de las sim eran prepago y “no se registró información de tráfico de voz entrante y saliente durante el período solicitado (entre el 1 de enero de 2017 y el 5 de febrero de 2020)”, dijo la compañía telefónica al ente investigador.
En la otra línea, revela la investigación periodística, había una llamada de febrero de 2019 que duró un segundo y luego otra el 21 de marzo de solo 17 segundos, nada relevante se encontró.
Por el lado de Claro, las tarjetas de Monsalve, según el expediente, tenían información muy parecida a las líneas del otro operador. En una de las llamadas no hubo intercambio de comunicación.
Durante mayo y octubre de 2017, las líneas recibieron once llamadas de distintos números privados que solo duraron tres segundos o dos minutos y en su mayoría se hicieron de noche. Uuna de esas líneas recibió exactamente once llamadas de diferentes números y en un periodo similar de tiempo.
En conclusión, el mismo número recibió las mismas llamadas que contestó. Según Claro, las comunicaciones rebotaron en las antenas del barrio Providencia Alta, en Ciudad Bolívar, ubicado muy cerca a La Picota, mientras que las demás en Molinos del Sur o en la misma Picota.
El enorme esfuerzo de personal de la Fiscalía solo sirvió para encontrar doce llamadas hechas y recibidas. Y, según el diario, no hay ningún indicio de las personas con las que hablaba Monsalve.
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