Durante lo corrido del año, y con la difícil situación económica que vivió el país tras la crisis generada por el covid-19, el sector del turismo fue uno de los más golpeados debido a la pandemia. Las medidas de bioseguridad y de distanciamiento social instauradas por el Gobierno nacional obligaron a que las cadenas hoteleras, así como las aerolíneas cerraran por completo durante algunos meses.
Una de las afectadas fue Avianca, que en mayo de 2020 se vio en la obligación de acogerse al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos, debido, entre otras cosas, al impacto imprevisible de la pandemia, pues sus ingresos se vieron reducidos en más de un 80 %, lo que afectó su liquidez.
El ajuste fue muy doloroso. De tener 21.000 empleados en 2019, pasó a una nómina de cerca de 16.000. Y los que quedaron, tuvieron que asumir recortes en algunos beneficios salariales, congelación de aumentos y hasta largos periodos de vacancia sin remuneración.
Luego de varios meses sin poder volar, el Gobierno nacional fue reabriendo los sectores, entre esos el turístico, lo que le permitió a la aerolínea reactivar gradualmente su operación, pese a la pandemia. Sin embargo, esta ha tenido de crear estrategias para recuperarse económicamente de las grandes perdidas que se han generado durante el último año.
Esta semana, el presidente de Avianca Holdings SA, Anko van der Werff, informó que, planea agregar docenas de rutas usando aviones más eficientes mientras planifica su salida de la bancarrota en el segundo semestre del año. La aerolínea, que se ha centrado históricamente en vuelos a través de aeropuertos centrales en Bogotá y San Salvador, se expandirá con 50 rutas directas entre ciudades secundarias en los próximos años.
Con aviones de fuselaje estrecho, la aerolínea llegará a lugares turísticos como Punta Cana, Cartagena y Cancún, ofreciendo un nuevo nivel de tarifas más baratas para captar los viajes de placer que están liderando un repunte después de que la pandemia paralizará el negocio. “Ya se ve que el tema del ocio y los viajes a la playa están surgiendo”, dijo el presidente de Avianca.
Si bien los vuelos aún tienen poca demanda, las aerolíneas de bajo costo están intentando captar participación de mercado y las compañías más grandes se están reorganizando para centrarse más en vuelos de corta distancia y en reducir costos.
Avianca está apuntando a mercados más pequeños, como la segunda ciudad más grande de Colombia, Medellín, mientras alcanza acuerdos con grupos laborales, y está rediseñando el interior de los aviones para acomodar más asientos. La aerolínea podría a la larga crecer en aeropuertos centrales más grandes, como Bogotá, pero quiere ser “más ágil y flexible” mientras sale del Capítulo 11, dijo Van der Werff.
Los planes de la compañía son salir de la bancarrota en el segundo semestre del año, según el director financiero, Adrián Neuhauser, y reducir el tamaño de su flota de alrededor de 140 aviones de pasajeros antes de la bancarrota a aproximadamente 100 cuando termine, los cuales, cabe recalcar, tendrán más asientos y volarán con más frecuencia.
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