A partir del 15 de marzo, y por tres días, la Corte Interamericana de Derechos Humanos organizará una audiencia virtual en la que el Estado colombiano tendrá qué responder por los hechos de violencia sexual ejercidos contra la periodista Jineth Bedoya el 25 de mayo de 2000, cuando Bedoya esperaba fuera de la cárcel Modelo de Bogotá la confimración de una entrevista en dicho centro reclusorio.
Según la demanda presentada por Bedoya, el Estado tuvo conocimiento de la situación de riesgo real e inminente en que se encontraba y no adoptó medidas entendidas como razonables para protegerla, en el marco de un contexto generalizado de violencia sexual contra las mujeres en el conflicto armado colombiano.
Bedoya, quien será escuchada en sus descargos por la CIDH, estará acompañada por otros testigos y peritos, que informarán al alto tribunal con respecto a los avances, o no, del país en esta materia.
Precisamente, No es hora de callar, la iniciativa que lidera Bedoya, se transformó en una plataforma de denuncias de las mujeres colombianas que fueron víctimas de violencia sexual y violencia de género en el marco del conflicto entre el Estado colombiano y los grupos paramilitares.
En rueda de prensa del pasado 5 de marzo, la periodista realizó una conferencia en la que expuso a fondo lo que significa esta audiencia para la violencia sexual contra las mujeres en Colombia, especialmente aquellas, como ella, que ejercen el periodismo: “Es un momento muy importante para la prensa colombiana. No solo es el caso de una periodista que fue víctima de todos los tipos de violencia, sino la oportunidad para exponer las dificultades que hemos tenido que enfrentar los periodistas para ejercer en Colombia”.
Jineth Bedoya ha sido objeto de dos atentados contra su integridad física y mental en su labor como periodista: el primero, caso prueba en la audiencia virtual a realizarse en las próximas horas, fue orquestado por paramilitares con la intención de frenar una investigación que la periodista realizaba sobre tráfico de armas.
El segundo, ocurrido en 2.005, mientras trabajaba para El Tiempo, fue la retención forzosa ejecutada por una célula de las Farc, que la liberó después de la presión del diario para el que trabajaba y la sociedad civil.
En las audiencias serán escuchados periodistas como Ignacio Gómez y Jorge Cardona, quienes trabajaron con Bedoya en El Espectador, así mismo amenazados de muerte en 2005.
También se confirmó la participación de Catalina Botero, exrelatora de Libertad de Expresión de la CIDH, y familiares de la periodista. Estas intervenciones se realizarán desde el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, como un gesto simbólico hacia las víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado.
De otra parte, la defensa de la Nación será asumida por la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado (Andje), que no ha convocado públicamente a testigos de su parte.
En el transcurso de estas audiencias, la Corte Interamericana de Derechos Humanos también escuchará a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente que reportó en 2018 un informe sobre el caso Bedoya a la Corte.
En dicho informe, la Comisión concluyó que el Estado es responsable de varias violaciones a los derechos de Jineth Bedoya.
La audiencia virtual será pública en los sitios web dispuestos tanto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como por el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, e iniciará a las 8:00 a.m. del 15 de marzo.
Concluida la audiencia pública, se esperará la sentencia de la Corte, que busca esclarecer y asignar las responsabilidades en el caso de la periodista Jineth Bedoya.